Acoso laboral, hostigamiento laboral o mobbing, con cualquier nombre, es una situación de violencia o acoso en el área de trabajo. Normalmente por parte de una o varias personas hacia una persona que se convierte en la victima. El objetivo del acoso o violencia es conseguir que el otro renuncie y se vaya,

Acoso laboral y sus características:

• Gritar, insultar o hablar de mal modo a la víctima, frente a otras personas o en privado.
• Amenazar o coaccionarla de manera continuada.
• Impedir que la víctima se exprese. Ignorarla totalmente.
• Criticar permanentemente su trabajo, sus ideas y sus propuestas, o simplemente no tomarlas en cuenta utilizando cualquier pretexto.
• Discriminar a la víctima, aplicando medidas exclusivas para ella con el objetivo de estigmatizarla, trasladarle a puestos inferiores o reducirle el sueldo.
• Obstaculizar el desarrollo de su carrera, entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o ascensos.
• Realizarle bromas pesadas, ponerle sobre nombres desagradables, robar o destruir elementos importantes para el desempeño del trabajo de la víctima.
• Desacreditar a la misma, asignarle trabajos muy por debajo de sus capacidades, incómodos o humillantes, difamarla o calumniarla.
• Menospreciarla frente a sus compañeros. Ridiculizar su trabajo, sus ideas o resultados, atacar sus convicciones personales en lo referente a religión u otras ideologías.
• Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones mencionadas, mediante la persuasión o utilizando el abuso de autoridad.

Tipos de acoso laboral.

Acoso laboral descendente: este se da cuando uno o varios jefes acosan a un trabajador de nivel jerárquico inferior. Puede tener un fin estratégico, o sea que la victima renuncie para no pagar lo correspondiente si es despido. También puede ser por miedo a perder el control acosando todo el personal por no perder el control. En ultima instancia puede tratarse de un acoso perverso, es decir, sin otra finalidad que hacer sentir mal a la otra persona.

Acoso laboral ascendente: este sucede cuando un trabajador con un cierto nivel jerárquico es acosado por uno o varios de sus subordinados. Tiende a presentarse cuando no aceptan a la persona que se desempeña como jefe, en especial si es nuevo. También puede aparecer como reacción ante un jefe autoritario, arrogante, caprichoso o incapaz de tomar decisiones imparciales.

Acoso laboral horizontal: se da cuando un trabajador es acosado por uno o varios de sus compañeros de trabajo, los cuales se encuentran en su mismo nivel jerárquico. Las causas que provocan este tipo de acoso pueden ser variadas: enemistades personales, atacar a la persona que es más débil o que es diferente en algún aspecto.

También suele suceder que exista sentimientos de envidia hacia la víctima. La cual suele tener buenas habilidades y capacidades para el trabajo, excelentes aptitudes en su personalidad o incluso belleza física. Esto con la finalidad de humillar o minimizar a la víctima, por miedo a perder el propio puesto de trabajo o de que las cualidades de la victima le haga ver menos. En este caso el acosador tiene problemas de inferioridad.

Acoso laboral y sus consecuencias:

Entre las consecuencias psíquicas, puede haber ansiedad, depresión, pérdida de interés en actividades que la víctima antes disfrutaba, alteraciones del sueño, baja autoestima, entre otras.

Desde el punto de vista físico, pueden aparecer diversas somatizaciones, como trastornos respiratorios, por ejemplo: sensación de ahogo, hiperventilación, sofocos. Dolores musculares, cervicales o lumbares, trastornos gastrointestinales, como malestar estomacal, dolores abdominales, náuseas, sequedad de la mucosa bucal.

En lo social, el acoso laboral puede causar el aislamiento de la víctima, retraimiento, resignación a su situación o alienación respecto de su entorno.

Finalmente en el aspecto laboral el acoso puede causar bajas médicas debido al estrés, disminución en el rendimiento, expectativas bajas en su desempeño, e incluso puede provocar la renuncia o el despido de la persona que sufre el acoso.

Estas consecuencias dependen de la duración del acoso, su intensidad así como de la vulnerabilidad de la víctima.

Una persona que se valora, confía en sí misma y confronta al acosador. Con calma pero con firmeza. Sin dejarse acosar por mucho tiempo.