Coronel Sanders y su sueño KFC hecho realidad

Coronel Sanders y KFC
Coronel Sanders y KFC

KFC, y el Coronel Sanders. Esta historia de éxito a esta atribuida a un hombre que, a diferencia de la mayoría de los emprendedores, logró ver su sueño cumplido pasados los sesenta años.

El permanecer en pie y tener un sueño bien enfocado, permitieron que este emprendedor se transformara en una leyenda en el mundo de los negocios. Actualmente, su empresa se encuentra en más de un centenar de países con su “receta secreta” que es vendida por millones de dólares regularmente.

Se trata de Harland Sanders, el creador de la cadena de restaurantes de pollos fritos más famosa del mundo.

Coronel Sanders y su pollo frito
Coronel Sanders y su pollo frito

La historia de Harland comienza con la muerte de su padre, cuando tenía apenas seis años. Este acontecimiento precisó que Sanders se hiciese cargo de sus hermanos. Este suceso marcó la vida del “Coronel Sanders”, ya que a partir de ese momento tuvo que tomar la sartén por el mango y cocinar para su familia.

Con siete años ya era un experto en la cocina. Diversas ocupaciones formaron parte del currículo y la experiencia del Coronel Sanders. No obstante, siempre supo que la vida le tenía dispuesto algo maravilloso.

Para Sanders, fundador de Kentucky Fried Chicken, la persistencia apareció disfrazada de supercarretera. Escasos ejemplos dan muestra del gran valor de la persistencia, como su historia. Virtud que todos los emprendedores deben tener.

“El modo de dar una vez en el clavo, es dar cien veces en la herradura”.

El coronel Sanders tenía una receta para la elaboración del pollo, en la cual creía.

Es así como comienza un pequeño restaurante a la edad de cuarenta años. A la orilla de la carretera en las afueras de la ciudad de Corbin, en el estado de Kentucky. Unos años más tarde la edificación de una supercarretera descarrió el tráfico lejos de la ciudad.  Llevándose todos los clientes que ocasionalmente se detenían en su restaurante y en poco tiempo su negocio quebró. Luego de cancelar sus compromisos, sus ingresos estuvieron reducidos a una pensión de ciento cinco dólares mensuales.

Sin embargo, confiado en la calidad de su receta de pollo y blindado con una osadía inalterable, a la edad de sesenta y cinco años el coronel Sanders emprendió una nueva aventura.

Viajó por todo el país en auto, cocinando su producto de restaurante en restaurante. Con la finalidad, de que tanto dueños como empleados lo probaran y lo conocieran. Si la reacción era favorable, cerraba un trato con un apretón de manos. En el cual cobraría un centavo por cada pollo vendido.

Es muy frecuente hallar personas que desisten a sus metas después de haber fracasado un par de veces. Pero el coronel Sanders sabía que la perseverancia genera el éxito. Por ello toco las puertas de más dos mil restaurantes que le negaron algún convenio.

En mil novecientos sesenta y cuatro, ya con setenta y cuatro años, el Coronel Sanders tenía seiscientos establecimientos con su producto en los Estados Unidos y Canadá. Ese mismo año, vendió gran parte de sus acciones por varios millones de dólares a un grupo de inversionistas.

En la actualidad, los restaurantes KFC, están esparcidos en más de cien países alrededor del mundo. Todo como consecuencia de la persistencia y la determinación de un hombre que no quiso darse por vencido.