Emprendimiento, ¿como se inicia en las personas, o es innato? Es frecuente que en nuestra aula de clases o sitio de trabajo alguna persona se ponga a vender productos. Estos pueden ser de su creación o adquiridos en otra parte: accesorios, maquillaje, ropa, zapatos, dulces, etc.
Algunas veces, adoptan en voz de burla el título de “mercaderes” por proponerse a tal actividad. Sin embargo, no debemos desestimarlos, porque quizá se trate de emprendedores. Comienzan ofreciendo a los más cercanos, así ellos logran progresar y en un futuro, tal vez siendo los patrones de una popular cadena de tiendas.
En el emprendimiento generalmente se investiga y realiza alguna actividad novedosa.
Atender cierta necesidad no satisfecha, o sencillamente poner algo a la moda. Mírate en el espejo, y tal vez posees alguna prenda que manifieste alguno de estos casos. Por ejemplo, pulseras, aretes de masa flexible, cintillos con lazos o vestuario de un diseñador emergente.
Ser emprendedor no se remite únicamente a una actividad comercial. Igualmente puede radicar en no satisfacerse con la realidad actual. Salimos del colegio y enseguida nos damos cuenta de que esa formación no es suficiente. E inmediatamente buscamos cursar una carrera universitaria. Eso es emprendimiento.
A simple se puede considerar una categoría que sólo aparece en los genes de determinadas personas. De alguna manera aparece con la disposición del emprendedor. De andar imaginando algo nuevo para hacer. No obstante, se puede aprender y educar como una disciplina.
Cuando son reconocidas las capacidades y habilidades propias, se puede lograr hacer cosas mejores. Asimismo, se consigue ser emprendedor dentro de la empresa para la que se labora. Convirtiéndose en líder de alguna novedosa iniciativa.
No debemos permanecer en la creencia de que el emprendimiento es algo que se les da a pocos. “Quien es emprendedor, así no le vaya bien al principio, sigue insistiendo en el camino hasta que le vaya bien”.
