Empresa Bimbo una historia de éxito

Empresa Bimbo
Empresa Bimbo

Empresa Bimbo, líder en su área y un ejemplo para la moralidad, trabajo, eficiencia y calidad de empuje. Grupo Bimbo ha desarrollado por más de cincuenta años una estrategia empresarial que lo distingue. Y así mismo, ubica en los negocios que han sabido crecer en las adversidades.

Los retos del tiempo, la nueva tecnología, y los cambios económicos mundiales, no ha sido suficientes razones para abandonar este emporio de éxitos.

Esta empresa Bimbo ha sabido como conseguir el éxito a través de una filosofía de experiencia y conocimientos, que transcienden a la teoría administrativa al momento de definir una estrategia.

Filosofía de la Empresa Bimbo

La filosofía no tiene dimensiones ni limitantes, y sirve por igual a una microempresa como a empresas multinacionales.

Don Lorenzo Servitje, así solían llamarle su gente de confianza, nació en la Ciudad de México y comenzó su trayectoria empresarial a los dieciséis años trabajando en la pastelería que su padre, abrió tras inmigrar a México.

Después de veinte años, junto a Jaime Jorba, Jaime Sendra, Alfonso Velasco y José T. Mata, fundó Panificación Bimbo, modelo de negocio que resurgió el concepto de pan en caja. Y que hoy en día es la empresa de pan más grande del mundo, con presencia en veintidós países.

Lorenzo Servitje, uno de los empresarios más importantes a nivel mundial.

Empresa Bimbo, Lorenzo Servitje
Empresa Bimbo, Lorenzo Servitje

Junto a su mujer, Carmen Montull, es padre de ocho hijos que fueron educados y criados conforme a fuertes valores católicos.

Su fortuna asciende a los 4 mil 200 millones de dólares. La austeridad fue “su pan de cada día”, gran parte de su éxito empresarial se basa en ello. Nunca tuvo unas oficinas lujosas ni un avión privado ya que lo consideraba “gastos innecesarios”.

Era un gran filántropo. Su hija Marinela dirige una empresa encargada de remodelar y diseñar museos y centros culturales.

Siempre buscó el desarrollo de todos sus empleados, él los consideraba el pilar de su empresa. Quienes trataron con Don Lorenzo se refieren a él como un gran jefe y mejor ser humano.

Un viernes, el 3 de febrero de dos mil diecisiete, murió a los 98 años. Siendo uno de los empresarios más queridos y respetados de México.