Comúnmente nos encontramos en nuestro camino con muchas Historias de Éxito; protagonistas comentando acerca de sus éxitos y sus fracasos; y parece muy acertado conocerlas, sobre todo en estos tiempos donde hay mucha frustración y desanimo en las personas.

Triunfar no es nada fácil, si ese fuera el caso; todo el mundo sería exitoso y alcanzaría todo lo que desea sin mover ni un dedo. Pero lo realmente verdadero; es que detrás de cada Historia hay un sacrificio, un trabajo duro, un esfuerzo, muchas frustraciones; incluso muchos fracasos.

La razón es muy fácil de entender. Los grandes hechos de la historia no son replicables, mientras que las historias personales de aquellos que han tenido éxito; si pueden ser replicables y motivadoras.

Historias de éxito que catapultan

Estas historias de éxito; pueden ser utilizadas como plataforma para aquellas personas que sienten que sus ideas o proyectos no fluyen con facilidad; las grandes ideas requieren de tenacidad, de caídas tormentosas, requieren de madurez y sobre todo de muchos detalles que solo se aprenden cuando tu mente es la creadora de esa idea, nadie más que tú podrá construir ideas originales y propias.

Solo aquellos que están dispuestos a hacer lo que los demás creen que no podrán, y quienes no ponen excusas, son los que realmente alcanzan lo que quieren. Por lo tanto, aunque puedas sentir que en este momento las ideas y el proyecto no fluyen de la manera que quieres continúa aprendiendo, continúa adaptando nuevas cosas, busca y crea apoyos sólidos y de esa manera se te van a presentar las oportunidades que tanto quieres.

Si muchas personas han podido triunfar, sin tener un centavo en el bolsillo, al borde de la muerte, incluso luego de haber sido rechazados por el mundo, entonces no hay ninguna razón para que pienses que no puedes ser como ellos. Todos en algún momento sentimos que es complicado seguir adelante, momentos en los que necesitamos un empujón para poder afrontar los problemas.

De todo sale algo positivo, solo se requiere fuerza de voluntad y muchas ganas. Jamás debemos darnos por vencidos.