Soluciones para cuando las tensiones te hacen presa, y quitan la habilidad para concentrarte.
Soluciones rápidas contra el estrés de oficina
Despeja tu escritorio: este es el detonador de estrés adicional que no necesitas añadir a tu vida. El desorden en tu escritorio evita que puedas concentrarte en los problemas externos.
No tienes que arreglarlo todo de una sola vez, pero reserva espacios de cinco a diez minutos para clasificar y despapelar, y al término del día tendrás un escritorio digno de un empleado eficiente.
No seas esclavo del email: algunas personas saltan como perros entrenados cada vez que el notificar de correo electrónico se enciende en la pantalla de la computadora.
Desactiva esas alertas constantes y reserva dos o tres veces al día para revisar tu correo.
Veras que eliminas una preocupación innecesaria y puedes atender mejor los pendientes auténticos en menos tiempo.
Tocando el cielo: una táctica común para relajar los músculos durante vuelos largos, también sirven para la oficina. Sin ponerte de pie de tu silla, extiende un brazo lo más que puedas, como si quisieras tocar el techo con la punta de los dedos. Al mismo tiempo, estira ambas piernas y eleva los talones. De esta manera reactivas la circulación en las extremidades.
Por último, recuerda que sólo tú puedes decirte qué es lo que mas te relaja y que es lo que más estrés te provoca.
Lo que funciona para unos, puede orillar a otros a la histeria, pero solo practicando lograras encontrar tu “Zen interno” y así erradicar el estrés de oficina, o al menos dejarás de comerte las uñas y buscarte una gastritis gratuita.
Intenta estos pequeños consejos y relájate. Si aun así te sientes atrapado, impotente, con depresión quizá sea hora de cambiar de empleo. La mejor manera de no sentirte aburrido o estresado en un empleo, es trabajar de lo que más te gusta.
