Ahorrar, una disciplina muy importante. I parte

Ahorrar
Ahorrar es una disciplina

Ahorrar en estos tiempos. Todos estamos conscientes de lo transcendental que es ahorrar.

El ahorro nos libera de estrés; en el sentido de que no estamos preocupados si llegamos a perder el trabajo o quedarnos sin dinero en la cuenta corriente.

Una persona ahorrativa es libre financieramente; no tiene deudas (o tiene muy pocas) y goza cada día de su vida sintiéndose plenamente satisfecho consigo mismo.

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Ahorrar nos libera financieramente

Ciertamente; ser ahorrativo requiere esfuerzo y sacrificio, aunque no tanto como mucha gente puede pensar.

Empezar es como decidir dejar de fumar: es más duro tomar la decisión de empezar que el proceso de hacerlo en sí mismo. Hay una creencia errónea de que para ser un buen administrador es necesario contar con una gran fortuna.

Ahorrar, pero ¿dónde está el dinero?

Por momentos no entendemos lo que ocurre con nuestro dinero. Qué hacemos con él para que se esfume. No sabemos cómo retenerlo sin renunciar a nuestras aficiones y a nuestros caprichos, el creer que merecemos darnos ese gusto.

Pero ¿quién dijo que tengamos que sacrificar a lo que nos hace felices para ahorrar?

Conocemos de sobra las estrategias más habituales para ahorrar dinero: reservar siempre una parte de tu sueldo, no salirte de un presupuesto establecido, planificar tus compras, en fin… Sin embargo; además de todo eso, hay varios trucos psicológicos muy sencillos que pueden ayudarte aún más a incrementar tus ahorros.

Malgastar el dinero puede causarte problemas a corto y largo plazo, por eso siempre hay que manejar las finanzas personales de forma organizada y con rigor. Ya que, una persona que quiere ahorrar asumirá un trabajo muy difícil si quiere hacerlo y no tiene la herramienta precisa.

Un carpintero no podría hacer una buena labor si no tiene sus herramientas a mano.

Aquí algunas formas efectivas que ayudan a ahorrarlo. Leer II parte