Es extraño que cuando se comienza un modelo de negocio no se toca nada de él. En muchas ocasiones están obligados a deambular y hallar algún punto en concreto. Varios, inclusive, han asumido un ajuste en el rumbo de 360 grados. Se trata de un hecho bastante aplastante en el momento que se habla de proyectos tecnológicos. Dato importante: un 52% de cada compañía de Silicon Valley ha logrado sobrevivir al pivotado por lo menos una vez. Varias inclusive hasta tres veces.
La cuestión seria: ¿en qué momento y de qué forma se debe cambiar el rumbo para no poner en riesgo el proyecto? ¿No se dice que al comienzo se debe aguantar para que el tiempo se encargue de hacer que la idea encaje en el mercado? Pienso que el indicador o los indicadores usualmente están en lo correcto. Sin embargo, pueden ser variados. En el momento que se quiere vender algún producto y luego de buscar el público objetivo, ninguno compra y hay que pivotar.
Los datos cantan
En este contexto, los datos cantan. Lo esencial es poder saber quiénes son los que tienen el control para tomar la decisión óptima. Cada empresa carga con algún indicador. Las personas que son capaces de captar las ventas, la satisfacción de las personas, los ingresos, etc. Son indicadores bastantes poderosos.
Una decisión ágil
La información y el feedback que se ha transmitido a los clientes, son los que tienen el secreto para tomar el rumbo ideal. Si piensas que se trata de algo que funcionará mejor, realiza el Test A/B. Éste te dirá si es lo mejor o es lo peor. Asimismo, no hay que dejar de lado que jamás se debe tomar alguna decisión apresurada. Toda startup en el momento que nace, es como cualquier persona que no sabe nadar y la dejaron a mitad de la piscina.