Cuando los profesionales no aman su trabajo

Cuando no amas tu trabajo, no lo disfrutas
Cuando no amas tu trabajo, no lo disfrutas

Cuando los profesionales no aman su trabajo. Hay un lema que reza: “Quien trabaja en lo que le gusta, dicen que no trabaja”. En ocasiones esta frase es una manera de aceptar un empleo que posiblemente no nos cautive. Sin embargo, este es un inconveniente del cual depende que una empresa funcione o no.

Es fácil y común percibir la mirada del empleado que no disfruta lo que hace. Se percibe cuando entramos a su negocio o si precisamos de sus servicios. Generalmente estas personas desean estar en cualquier lugar, menos en ese negocio u oficina. Lamentablemente, la empresa siempre que un cliente tiene que tratar con él, disipa puntos en buena imagen. El cliente no querrá regresar.

Cuando los profesionales no aman su trabajo, no hay salario emocional ni económico, que cambie su actitud

Lo ideal de que una empresa cuente con un buen ambiente laboral, un buen trato por parte de los jefes y un reconocimiento valorativo al esfuerzo de sus empleados es lo que se nombra salario emocional.

Sin embargo, existen empleados que ni el dinero ni el reconocimiento por parte de sus superiores les interesa. Es tan simple como pensar que su disposición no es trabajar de con el público. SI no se sienten bien internamente, nada de lo externo no sorprenderá.

Tristes y sin nada de motivación: Esa es la rutina de varios. Se levanta temprano, luego que repiquetea el reloj. Sin pensar que posee un empleo, que debería hacerlo sentir próspero por tener como costear sus cuentas y algún antojo. Pero por el contrario sienten que el precio a pagar es elevado: angustia, falta de motivo y el no dejar de pensar que está encerrado en un empleo que no le permite desarrollarse.

Transformación de vida: Cambia de empleo. Si, no te quedaras en la calle. Esos son los pensamientos que frenan al pensar hacer algún cambio en nuestras vidas.  Pero es indispensable que cambies de vida y busques algo que te guste y que además te paguen bien. No es cómodo. Sin embargo, tampoco lo es el día a día haciendo lo que no te gusta.

Hasta la vista frustración: Resulta más inteligente acoger una mentalidad positiva. Cargara las pilas de energía positiva. Es como una dosis de vitaminas para el cerebro.

Permitiendo obtener metas que antes especulabas como absurdas.

Hasta del trabajo más fastidioso se aprende algo. Y si al final resulta poco factible, siempre logramos pensar en todo lo que alcanzaremos hacer con nuestro salario: proyectar una escapada.

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