El informe anual

Toda compañía al culminar el año publica un informe sobre la actividad que ha tenido. El secreto es conservar toda integridad de la información (impidiendo así el hacer informe propaganda) y desplegar alguna versión online de esos mismos (impidiendo únicamente la publicación de un PDF)

Colgar un informe al año es bastante significativo. Sobre todo en esta era digital debido al contexto en que esos informes están auditados.

Se trata de un periodo de blogs, información colgada en tiempo real, webs, etc. Por lo que toda empresa debe esforzarse por recoger y auditar todos los datos en relación a las cuentas y tareas, es algo que se valora. La discusión entre empresas y auditores al momento de publicar información de manera viable es atrayente. Ya que por una parte la empresa debería “vender” todo resultado. Esos auditores deberían cuidar por la rigurosidad de esos mismos.

Hacer del informe publicidad

Hay varias inclinaciones en diversas compañías al momento de hacer de ese informe un instrumento más en el marketing.

Se trata de un paso que se da y tiene varios puntos a tratar:

  • Hacer saber de manera más amigable la información, metas, experiencias de toda empresa en ese año trabajado.
  • Realizar el desarrollo de un informe que esté basado en información más cercana a todas las personas. Casos prácticos, individuos, consumidores, etc.

Si cada uno del informe se transforma en propaganda, ese último recurso en el cual se puede hallar datos auditada en relación a las compañías, se transformará en otro transporte el cual derrochará toda su credibilidad. Formato El formato favorito para este caso siempre se convierte en una discusión, sin embargo, se torna interesante.

Imprimir el informe

El formato con el cual es imprimido, es un formato obviamente obsoleto. Todo esfuerzo, tiempo y los recursos que se emplean necesitan un procedimiento al momento de la impresión y son pocos importantes en el instante donde la distribución digital es la que más domina. Es en ese contexto, donde el formato PDF es el más convencional para la correcta distribución de toda información.
PDF: Sin embargo, el PDF carga con un inconveniente y es el Adobe. Adobe tuvo la contingencia durante varios años el poder desarrollar en contexto al PDF un navegador que fuese tan importante en Internet como el Quicktime o Firefox, pero pese a eso, es claro el fracaso que tuvo.

La interfaz del PDF posee más relación con Word que con alguna otra interfaz relacionada a Internet actualmente. El no tener creado instrumentos para el correcto control y una buena navegación y hacerlos más atrayentes ha hecho que ese PDF termino por quedar un tanto poco amigable, interactivo e interesante.  Coexistiendo con el PDF El secreto para un correcto desarrollo en toda versión de la información en un formato web (flash, HTML, etc.) es dejar el PDF como lo que en realidad es, un simple soporte digital dentro de una versión paginada mejorada al momento de impresión.

Gracias a la interfaz de hoy en día del PDF, el intentar una interactividad dentro del PDF es poco factible.  Toda persona no consigue asociar el PDF interactivo, con la simple acción de acomodar botones en la navegación y lograr de esa manera confundir más que poder ayudar.