En las empresas siempre es necesario un poquito de humor

En las empresas es fundamental el buen humor
En las empresas es fundamental el buen humor

Actualmente en las empresas se percibe la falta de sentido del humor. Indudablemente existe de todo, pero inclusive ahora, la moda de lo ético y correcto es un bozal para el sentido del humor. Al parecer, si lo empleas en tu trabajo, en tu empresa, no te toman en serio. Y eso es un gran error.

Los clientes, por lo general, no son una molestia, son una posibilidad de venta para ese día y en el futuro. Hay que tratarlos con buen humor, con una sonrisa. Si existe algo que no te admiten las tiendas online donde se puede adquirir todo tipo de productos, es poder hablar cara a cara con el cliente y con el vendedor.

Hay que tener claro que no todas las personas sirven para este tipo de trabajo. A pesar de que tengamos las mejores estructuras. Vivemos en la era online. Pero si seguimos apostando por la tienda física, debemos mirar a los ojos, sonreír, que prevalezca el humor en las empresas.

El buen humor se transmite a los clientes en las empresas
El buen humor se transmite a los clientes en las empresas

En las empresas debe surgir un buen humor, este da pie a otras habilidades

Este nos ayuda a dominar el arte de una conversación. Simple, cordial, clara y eficaz. ¿Regresará un cliente fortuito? ¡Ciertamente!

Si algo tan elemental como mirar a los ojos a ese cliente tenemos delante de nosotros nos parece un esfuerzo, de nada interesa que tengas la suerte de brindar numerosos productos por la zona, ahora existen muchas más opciones.

Sólo unos metros alejan a dos comercios. Una tienda de ella está llena de personas. La de él, vacía. ¿Un día malo? ¿Apatía? Si no te agrada trabajar atendiendo al público y has aperturado un local sin recapacitar en que conjuntamente de brindar un servicio, vas a frecuentar con personas todos los días, lo mejor será que cierres y te dediques a otra cosa.

Para vender hay que servir, hay que tener un buen humor. Se logra aprender. Eso lo tienen muy claro los negociantes que llevan gestionando sus empresas por décadas y actualmente están reciclándose, actualizándose sobre redes sociales. Ellos conciben una pasión y amor por su trabajo. Si éste no existe, los clientes se desvanecerán.

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