Las expectativas de otros y tus sueños para este 2019

Las expectativas de otros y tus sueños para este 2019
Las expectativas de otros y tus sueños para este 2019

Iniciamos el año vinculando las expectativas de los otros con nuestros sueños. Cada nuevo año llega con la esperanza de fortalecer proyectos, alcanzar las metas y cumplir nuestros sueños. Sin embargo, siempre es buen momento para preguntarte si estos realmente son tuyos.

Gran parte den nuestras vidas ha funcionado proporcionándole demasiada importancia a lo que los demás esperan de nosotros. En algún momento hacemos algo con el fin de satisfacer las necesidades de otra persona. Los resultados generalmente son un guiño de aprobación, una palmada en la espalda, un abrazo.

Y sin darnos cuenta nos volvemos pasivos, y nos acostumbramos a la calma. Poniendo especial atención a lo que los demás esperan de nosotros y nos esforzamos en hacer lo suficiente para cumplir siempre sus expectativas. Hacerlo proporciona seguridad; no hacerlo genera en nosotros una angustia innombrable que nos domina.

Lo hacemos en la casa, en la escuela, con familiares y amigos y finalmente en el trabajo. La habilidad consiste en detectar siempre a tiempo lo que los jefes y superiores esperan de nosotros. Es ese superpoder que hábilmente se abre espacio en esos entornos competitivos y crueles conocidos como oficinas, a base de complacer a los demás. De cumplir expectativas.

Nos dedicamos no solo a cumplir con la expectativa de los jefes; sino además de aquellos a quienes nos toca guiar. Creyendo que nos necesitan. Y todo gracias a esa extraña habilidad desarrollada en algún momento de leer mentes.

Que pasa cuando no se pueden cumplir con las expectativas de los jefes
Que pasa cuando no se pueden cumplir con las expectativas de los jefes

Que pasa cuando no se pueden cumplir con las expectativas de los jefes

El efecto es devastador. Las inseguridades se apoderaron de nosotros. Nos torturan y nos quiebran. Hacemos esfuerzos de día y de noche por estar en el sendero, por hacer algo que cumpliera con lo que la nueva era en la empresa demandaba de mí. Al no conseguirlo nos sentimos ofendidos, disgustados, avergonzado.

Nuestra lucha diaria es cumplir a cabalidad con lo que otros esperaban de nosotros; pero pocas veces nos damos tiempo para pensar siquiera qué es lo que nosotros mismos deseamos. Un buen día amanecemos sin trabajo, en medio de un mar de confusión, a miles de kilómetros de la idea que alguna vez tuvimos de nosotros; pero con la bendición de poder echar un vistazo al frente y reconocer de nuevo en el horizonte, ese punto resplandeciente, ese sueño que alguna vez de niño y aún de joven, nos juramos alcanzar.

Observamos nuestra propia expectativa. La más significativa de todas. La única. La que debería definir siempre el rumbo, las batallas, el esfuerzo, el día a día.

En este inicio del año 2019 es momento de creer que nuestras ideas, nuestros ideales y nuestros sueños son más importantes que los de todos los demás. Porque hoy hace un buen día para recordarlos, para reconocerlos, para abrazarlos.

(También puedes leer: El Efecto Pigmalión presente en los jefes)