Holocracia, trabajar sin jefes

La holocracia no es sinónimo de anarquía
La holocracia no es sinónimo de anarquía

Este concepto holocracia procede del griego hólos aquello que marcha como un todo autosuficiente y autónomo por sí solo.  Así, la holocracia plantea empresas especializadas en la ausencia de departamentos cerrados, jerarquías y directores. Lo que es igual, la ausencia de jefes.

Este un término nuevo, sin embargo, varias de sus ideas no lo son. Actualmente las teorías del liderazgo concuerdan al ratificar la importancia del liderazgo que se comparte en la empresa. El líder ya no lo es por su compromiso o lugar jerárquico. Ahora una persona es preciada como líder cuando un equipo de trabajo concluyen seguirlo y sus ideas son aprobadas.

La holocracia es la capacidad de tomar decisiones en grupos
La holocracia es la capacidad de tomar decisiones en grupos

Es importante tener presente que la holocracia no es equivalente a anarquía

La empresa radica en la creación de equipos de trabajo semiautónomos en los que se aviva el liderazgo de cada empleado para así acrecentar su eficacia, rapidez, transparencia, invención, emprendimiento y compromiso.  De este modo, cada empelado es un líder y se trabaja en equipos para distribuir las ideas.

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Desde hace un tiempo, ya se escucha sobre el término holocracia como un sistema para tomar las decisiones y trabajo de las empresas. Existen modelos positivos y negativos de esta manera de formación horizontal, más colaborativa. Donde el rol del jefe se desvanece un poco.

En algunas empresas cuando el jefe sale de vacaciones no queda nadie que ordene más que nadie. Todos los empleados que quedan se corresponsabilizan al momento de asumir sus compromisos. Cada área se hace garante de su buena labor, así como de sistematizar con el resto del equipo para que trabajen de modo apropiado.

Es un asunto propio, donde los trabajadores se motivan más para exponer que no únicamente logran trabajar de manera independiente; sino que generalmente inclusive con mejores consecuencias que teniendo siempre a una persona vigilando adherido al cuello.

Lo perfecto estaría que este método no fuera únicamente una anécdota y cuando el jefe regresa de vacaciones todo vuelva a ser como antes. Sería preciso obtener conclusiones. Poseemos un equipo en el que se puede confiar, que conoce cómo debe hacer su trabajo, están comprometidos, motivados; no obstante, numerosos jefes no están preparados para delegar su autoridad.