El impacto visual que causan nuestras presentaciones es muy importante. Cuando una presentación concluye, comúnmente, lo que recuerdan los espectadores son las imágenes. Y para que tus imágenes sean más impactantes y atrayentes, el secreto es que sean sencillas.
Por lo general, le damos mucha importancia a la estética y usamos imágenes bonitas pero abstractas y confusas que el público no logra a comprender y relacionar. Las imágenes son fundamentales porque no dan seguridad; entonces, lo más apropiado, es cautivar a los espectadores y posibles clientes, para impedir que pierdan el interés inclusive antes de que dé comienzo.
Claves para lograr un impacto visual y hacer de nuestras presentaciones un éxito
Gráficos, iconos y símbolos: Utilizarlos nos debe permitir fortificar los conceptos y términos esenciales que deseamos transmitirles.
Palabras clave: evitar las frases completas y números, para elementos que no secuenciales. Siempre deben relacionarse a un solo concepto; y no más de seis líneas de texto por diapositiva o página. De tres a seis ideas por diapositiva.
No todas las imágenes perfeccionan una presentación: Como el uso de imágenes complicadas y confusas, como diagramas de flujo con un cúmulo de cajas, flechas, bucles de retroalimentación y texto. Empaquetar los efectos visuales de diapositiva a diapositiva con texto denso o demasiadas imágenes.
Tener demasiadas diapositivas: No por estar de último es menos importante. Colocar demasiadas diapositivas termina por convertir una buena presentación en un sedante, por lo que hay que cuidar la duración.
Teniendo presentes estos pequeños detalles nuestra presentación ganará en calidad y claridad de exposición lo que sobrará en el resultado final de la presentación. La verdad, es que hoy por hoy se abusa de las presentaciones; hasta el punto de que parece que, si se prohibiera su uso, la gente no sabría qué contar ni qué decir.
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