Una incubadora y una aceleradora de negocios. Términos que todos los emprendedores deben conocer antes de iniciar sus planes de negocio. En este caso, la incubadora y la aceleradora de negocios contribuyen con los startups, son semejantes sus ideas de negocio y de innovación.

La intención primordial de ambas es redefinir a los startups para que estén dispuestos al instante de exhibirse ante los posibles inversionistas.

¿Cuál es la discrepancia entre una incubadora y una aceleradora?

El propósito primordial de una incubadora es conseguir que los startups emerjan en el mercado. La incubadora ofrece apoyo a los startups que se hallan en sus primeras etapas.

Cuando la idea o negocio logró ser lanzada, la incubadora cede su lugar y surge la aceleradora. Esta asume como propósito vital “acelerar” los planes, ayudar a que tengan beneficios y sean provechosos a medio y largo plazo.

Generalmente las incubadoras se manejan sin un término de tiempo. Su foco es el progreso del negocio y su desarrollo natural. Es frecuente que un startup este incubado por más de un año antes de despegar y meterse al mercado.

Las aceleradoras manejan un tiempo que generalmente es de 3 a 4 meses. En este periodo, los startups trasladan su negocio a la etapa sucesiva con el soporte de mentores y gracias al capital provisto por la aceleradora.

Técnicas de Aplicación de las incubadoras y las aceleradoras

Las incubadoras emplean mucho tiempo y recursos en el perfeccionamiento de los startups locales. Estas poseen menos exigencia para que los startups logren crecer rápidamente, debido a que su meta principal es avivar y apoyar a los startups locales.

Los aceleradores utilizan una técnica más cotidiana y formal para lograr ingresar a su programa. Los participantes aplican al espacio vacante, el cual se torna muy competitivo. Debido a que no solo se lucha con startups nacionales, sino que internacionales.