Los autónomos tienen problemas para conciliar vida laboral y familiar. Numerosas personas piensan que la gran ventaja de ser autónomo es poder ser tu propio jefe, establecer tus horarios, dirigir tu destino como empresario.
Lamentablemente no todo es tan lindo, ya que probablemente al poco de ser autónomo te has dado cuenta de que estás trabajando muchas más horas que cuando lo hacías para otro. Por eso nos preguntamos, ¿logra conciliar vida personal y laboral un autónomo?
El tener una libertad de horarios es relativa. Ya que dependemos de clientes y otras empresas con las que colaboramos, por lo que al final el horario laboral termina pareciéndose mucho a un trabajador por cuenta ajena; con la salvedad de que sobre seguro empiezas antes y terminas mucho más tarde o recibes correos y mensajes por teléfono de clientes que no se detienen a mirar mucho el reloj antes de enviarlos.
Uno de los mayores inconvenientes a los que tiene que afrontarse cualquier trabajador, sean autónomos o por cuenta ajena, es el de la conciliación. Disfrutar de nuestra familia está numerosas veces reñido con nuestra proyección profesional. Inclusive, llegar a fin de mes implica muchas horas de renuncia a nuestra familia por trabajar.
Y los autónomos parecen seguir siendo los trabajadores que peor lo tienen.
Según un estudio reciente, dos de cada tres trabajadores por cuenta propia tienen dificultades para conciliar su vida familiar y profesional. Concretamente, el 67,8% de los autónomos expone que tiene inconvenientes para conciliar su vida personal y familiar con su jornada laboral.
Este porcentaje, ya voluminoso de por sí, se dispara hasta el 81,2% cuando la muestra se reduce exclusivamente a mujeres con hijos y/o cargas familiares. Efectivamente, en España, el 95% de los trabajadores que poseen una jornada parcial con este fin son mujeres.
¿Qué es lo que más aprecian los empleados de sus empresas? Esencialmente la flexibilidad horaria lo más apreciado por este colectivo (41,9%), seguido de la posibilidad de disponer de una jornada intensiva, significativa para el 31,6%, poder teletrabajar (11,5%) y otro tipo de medidas de conciliación (11,5%).
Todo esto tiene un coste personal alto y no es verdaderamente una conciliación, sino una permuta de ingresos por tiempo para pasar con la familia, con los amigos; o sencillamente poder recuperarnos totalmente de una enfermedad y no tener que salir a trabajar, ya que no nos queda más remedio y perdemos clientes e ingresos.
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