Home ESTRATEGIA Mantener los comercios cerrados en días festivos ¿buena o mala idea?

Mantener los comercios cerrados en días festivos ¿buena o mala idea?

Mantener los negocios cerrados en días festivos es un error

Es un tema controversial, el hecho de mantener los comercios cerrados en esos días festivos. Bien sea los domingos y festivos es un asunto que pone de cabeza al pequeño comercio. Se ha hablado de la nula competencia que se podría tener en esos días.  Comprobándose este baile de números en el calendario donde se manifiesta esos días que sí se puede abrir; esto es algo que despista mucho al cliente.

Pero sobre todas las cosas, genera grandes pérdidas. Algunos negocios cierran porque piensan que, en los días festivos, al no ser fechas importantes ni claves, pues las ventas no aumentaran. Sin embargo, en el mundo de las ventas nada es seguro, y en los meses vacacionales por lo general, consiguen ser muy buenos.

(También puedes leer: La competencia y su importancia)

Mantener los comercios cerrados, suponen un grave error

Esto las cafeterías y los bares lo tienen bien claro. En época calurosa es cuando hay que trabajar más. Ya llegará el invierno y con él en una zona turística, escasez de clientes y más mesas desocupadas. En un día festivo que es equivalente a salir a la calle, comer un helado o gastar. Y es que si el consumo se ha transformado en una forma más de distraerse; por lo tanto, cerrar el negocio no parece a priori, la mejor opción.

Establecer horarios y abiertas las puertas es lo que asegura mantener los clientes
Establecer horarios y abiertas las puertas es lo que asegura mantener los clientes

En verano hay clientes para todos. Centros comerciales, tiendas y cafeterías del centro o de cualquier punto de la ciudad están repletas. ¿Pero qué sucede con los comercios? Los responsables de que las tiendas que en días festivos abren a las 11 de la mañana y cierran a las 21 horas, lo cual está muy bien, pero resulta raro cuando hay clientes esperando.

Esta falta de comunicación forja pérdida de ventas y principalmente, recelo en el consumidor. El contraste entre los establecimientos de comida y de ropa u otros productos descoloca a los clientes que prefieren asistir a un centro comercial. Los clientes no están no tienen noción de los horarios y mucho menos de los domingos que sí se abre. incluso, en ocasiones, se da por hecho que no hay nada abierto.

Si existe la presencia de los clientes, lo cuales da para todos, es sorprendente y llamativo que numerosos negocios cierren o abran a las 12 del mediodía; cuando hay personas que aprovechan para efectuar las compra o simplemente caminan en torno a un establecimiento.

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