La mujer maravilla, así es considerada la mujer cuando decide emprender un negocio. Cómo enfrentar los roles, cuando su necesidad de ser emprendedora aparece y además responder con sus hijos. La mujer maravilla todo lo logra.
Vender, llevar a los niños al colegio, asistir a una cita, preparar la comida, limpiar, realizar llamadas telefónicas. Llevar a cabo los dos roles como emprendedora y madre es una acción digna de una “mujer maravilla”, el fondo es que al inicio crees: que no se puede o que es demasiado difícil.
Algunas mujeres maravillas se hicieron por gusto y otras por necesidad. Existen ciertos elementos que les hacen poder llevar a cabo ambos roles. En un primer momento parece algo sencillo; más ejecutarlo les ha costado ciertamente mucho más a las que poseen un liderazgo bajo o a aquellas con un carácter demasiado noble, tenue o frágil.
Los elementos conjuntamente son complicados pues no sólo es la exigencia social; sino por las aspiraciones, las mecánicas y las búsquedas personales del género femenino quien además piensa cada día más, una extraordinaria y poderosa idea de éxito uniendo los diferentes títulos de su vida.
Como convertirte en la mujer maravilla
El tiempo es esencial para cualquier emprendedor, pero cuando se es madre, es mucho más fundamental. Cada actividad que se hace es conducida por el liderazgo o la carencia del mismo. Pero las personas con poco liderazgo tienden a ser desorganizadas. Y esto hace que otros se apropien de su tiempo y sean menos productivas.
Hay que mantenerlos a raya, sean tus hijos o quien sea. No interesa si trabajas en tu casa o en una oficina, es instante que seas tú quien tiene los timones de tu conducción del tiempo.
Registra cada una de las acciones del día y priorízalas. El manejo de agenda es super primordial. Tú consigues hacer muchísimas cosas. Principalmente, si aprendes a darle a cada cosa su espacio y momento. Lo más importante hazlo tú, pero no es preciso que “Todo lo hagas tú”.
Las personas que consiguen enaltecer ampliamente su productividad no consienten que todo el mundo les entorpezca. Aprenden a enfocarse y a enfocar a los demás y eso es propio de la mujer maravilla, que resuelven hacer efectivo su liderazgo y la conducción de sus esferas de poder.
El punto más fundamental es reconocer que debes tener contigo misma y con las demás decisiones firmes, ya que las personas tibias o demasiado ingenuas o resistibles acaban por ser improductivas.
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