Rafael Nadal y sus lecciones para aplicar en los negocios

Rafael Nadal nació en 1986 y se considera el mejor deportista español de la Historia. Fue el tenista más joven en lograr el Golden Slam (4 Grand Slam y la medalla de oro en los JJOO). Sin embargo, lo que parece una profesión de éxito y perfección no lo es.

Cualquier deporte que desees realizar como baloncesto, balonmano tiene mucho mérito. Pero hay que pensar que son deportes de equipo donde ganan y pierden todos. Sin embargo, en el tenis de alta competencia estás sólo dentro y fuera de la pista. En el tenis debes tener concentración y aspirar ganar.

Rafael Nadal es un deportista muy apreciado, ya que logra conectar con la gente. Un individuo normal que ha batallado para estar en lo más alto.

Así como en los negocios, los deportistas que salen a la pista están conscientes de que van a la selva. Saben que regresarán a casa con la victoria o la derrota. Rafael Nadal nos ha enseñado enfrentar ambos escenarios de la misma manera.

Rafael Nadal nació en 1986 y se considera el mejor deportista español de la Historia
Rafael Nadal nació en 1986 y se considera el mejor deportista español de la Historia

Ante la derrota, él expresa: “Uno no se puede venir abajo por perder un partido”; al igual que nunca se viene arriba cuando gana. Una mente competitiva se autoexige tanto que termina fijándose sólo en las derrotas y no en los triunfos, por pequeñas que estas sean, que todas las personas poseen.

Hay una vía para obtener lo que deseas, pretender darlo todo para ganar, y ser un inconveniente para el resto de los competidores. Si una persona inclina toda su ilusión y ganas, consigue obtener cualquier negocio o reto.

Ganar es el propósito primordial, pero no debe ser el único; pues siempre que se pierda no hay que olvidar que también se está ganando.

Todas las personas pasan por instantes buenos y malos, son períodos. Nadie es perennemente perfecto por muy bien que le salgan las cosas. Así como sucede en la economía cuanto más en lo alto se está, más dura logra ser la caída. Jamás hay que bajar la guardia.

(También puedes leer: Audaz, eso es un empresario en crecimiento)

Nadal no es el mejor técnicamente hablando, no es el número uno. La diferencia es la mentalidad y la cabeza con la que juega. Esta sí es número uno. Pudo haberse dedicado al golf o al fútbol que habría alcanzado a ser el número 1. ¿Cómo logramos aplicar esto a nuestros negocios?

Aquí van unas frases del propio Rafael que conseguimos tomar de ejemplo:

“Mi peor rival es el próximo”.

“No hay que mirar y engrandecer a la competencia. Un día ellos empezaron como el primero y está comprobado que no hay nada imposible”.

“Sólo hay que ser lo suficientemente constante y creer en la victoria”.