Reducir tus gastos en el supermercado
Ir al supermercado genera un desembolso anual de casi 4 mil dólares, lo que equivale a unos 3.200 euros. Pero esto no tiene porqué ser así, hay maneras de reducir significativamente tus gastos.
Las personas en lo que gastan más dinero es en comida. Además de la inversión en mercado, también es sorprendente el gasto eventual en comida fuera de casa. Ese monto bien puede superar los 3.000 dólares anuales (2.400 euros).
Comprar al mayor es una herramienta infalible para ahorrar en cuanto alimentación. Evitar algunos lugares también es importante al momento de ahorrar. Así como hacer listas al momento de escoger los productos, para saber qué buscar específicamente.
Las compras online, esperar ofertas, presupuestar los gastos y visitar varios lugares antes de efectuar la compra, son tips engorrosos, pero bien valen la pena.
Reducir tus gastos en el supermercado
También se puede ahorrar pensando bien en lo que deseas comprar. Ciertos productos sólo aumentan la cifra en tu factura y no son realmente necesarios. Las verduras, por ejemplo. Saber qué verduras comprar es indispensable. Compra las de temporada. Adquirir maíz en invierno seguramente será más costoso que en verano.
Los artículos que se ofrecen cerca de la caja al pagar suelen ser llamativos, pero costosos. Estos productos pueden ser desde chucherías hasta revistas. A la tienda le interesa que gastes más dinero y por eso sitúa ciertos productos cerca de la caja, son una tentación.
Productos sin gluten (a menos que seas celíaco o tengas alguna condición que exija una dieta libre de gluten) es mejor no adquirirlos. Este tipo de productos son 250% más caros que los otros.
La salsa de tomate es muy práctica. Sin embargo, será más sabrosa seguramente y ahorrarás preparándose por tus propios medios con tomates frescos.
Comprar paquetes familiares resultará siempre mejor que comprar individualmente. Por ejemplo el papel higiénico, toallas sanitarias y comida para mascotas. Sin embargo, debes estar pendiente de las fechas de caducidad para que no se dañen.
Las bebidas energéticas, zumos azucarados o refrescos son una manera de gastar el dinero innecesariamente. En primer lugar no aportan nada bueno a tu salud y además tienen costos elevados a cambio de un buen sabor vacío en nutrientes.
El agua embotellada no debes comprarla, aunque sean económicas. Pueden ser gratis llenando las botellas en casa y llevándolas contigo siempre.
Por último, retira de tu lista aquellos productos procesados como albóndigas o carnes preparadas. Lo más barato, saludable y hasta sabroso será comprar la carne y prepararla de forma casera.
Ahora que sabes de aquellos productos que incrementan los costos de pago en el supermercado. ¿Podrás evitarlos para optimizar el ahorro?
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