¿No están satisfechos en sus empleos? 

¿No están satisfechos en sus empleos?
¿No están satisfechos en sus empleos?


¿No están satisfechos en sus empleos? Dentro de los numerosos motivos que existen, hay uno en particular que carcome nuestro bienestar profesional. La pregunta que debes hacerte es muy sencilla: ¿qué metas tienes?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las personas diagnosticadas con ansiedad o depresión se acrecentaron cerca de un 50% en todo el mundo; hasta alcanzar los 615 millones de personas, es decir, un 10% de la población. 

También según un estudio reciente, el 86% de los jóvenes menores de 30 años reconocieron sentir presión en el trabajo, las relaciones personales o la economía en un grado mayor que las generaciones pasadas.

Los elementos que propician su aparición son variados y dependen de la situación económica o social de sus pacientes. En el caso de los jóvenes, bien puede ser por la falta de empleo o el trabajo precario; la crisis vital que provoca el choque entre las expectativas y la realidad, la falta de autoestima; la frustración personal o profesional.

O, en último término, la adicción a las redes sociales como medio para evitar y ocultar la soledad.

Pero más allá de esto, se ha descubierto que lo que realmente hace que los empleados no estén satisfechos en sus trabajos es tener metas poco claras.

Las largas jornadas laborales, los jefes difíciles o los malos compañeros son algunas de las causas que esgrimen los trabajadores.

Como en cualquier ámbito de la vida profesional y privada, alcanzar las metas en el entorno laboral es indispensable. La definición de objetivos puede ser de gran ayuda para reducir el estrés; pues sin ellos, podrías desarrollar una tendencia a saltar de una tarea a otra en lugar de enfocarte en lo que de verdad la empresa exige de ti.

Pero desde el plano del rendimiento profesional, sino también a nivel personal: debes saber con certeza por qué estás en la empresa y qué esperas de ti mismo y de tu carrera de aquí a un tiempo determinado.

Si no logras focalizarte en una serie de metas, corres el riesgo de quemarte con mucha más facilidad y la desmotivación será lo único que conozcas cada vez que asistas a tu lugar de trabajo. Además, hay que contar con que vivimos en un entorno profesional muy cambiante, líquido. 

Probablemente el nuevo empleo en el que vas a ingresar no durará mucho tiempo, sino que tu vida profesional mudará de un lugar a otro cada cierto tiempo. Por ello, es decisivo tener una serie de ideas claras sobre qué es lo que quieres; qué es lo que te interesa de tu campo y por qué has decidió emprender ese camino.

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