Durante las 8 horas que suele durar la jornada laboral, es muy posible que el sueño nos atrape. Sin embargo, es posible cambiar algunos hábitos para evitarlo.
Sueño en el trabajo: podemos evitarlo.
Cuantas veces no hemos sido acompañados a lo largo de la jornada laborar por una pesada somnolencia. Quizás producto de una mala noche, o luego de almorzar, o que las actividades que realizamos son aburridas.
Dormir bien para evitar el sueño en la oficina.
Es primordial y necesario que se establezca un horario fijo para dormir, ya que nuestro organismo actúa como un reloj y es necesario preservar su buen funcionamiento.
Debemos acostarnos diariamente a la misma hora y dormir por un lapso mínimo de 8 horas.
Desayuno equilibrado antes de ir a la oficina.
Es fundamental tener un desayuno rico en cereales y proteínas, ya que al ser nuestra primera comida, también es la más importante del día. Un adecuado desayuno nos ofrecerá lo necesario para el resto de la jornada, por lo que es preferible ingerir un vaso de leche con cereales, que un café con galletas.
Los cereales nos brindan energía y favorecen una buena digestión, que está ligada íntimamente al sueño. Además, el café puede provocarnos ardor estomacal, ansiedad y mal humor, tres cosas que deseamos lejos de la oficina.
Ejercicios de estiramiento para evitar el sueño.
Podemos incorporar realizar ejercicios de estiramiento antes de partir hacia la oficina, y durante el tiempo que nos encontremos allí. Estirando nuestros brazos, abdomen, cintura y piernas durante 10 minutos después de levantarnos, luego a media mañana y por último a media tarde. Esto favorece la acumulación de energía para afrontar la jornada y reducir considerablemente el sueño que pueda surgir.
Almorzar liviano en la oficina.
Es necesario evitar los almuerzos abundantes, ya que estos suelen provocar más somnolencia de la habitual. Debemos eliminar los alimentos pesados y comer a conciencia, es decir, masticar despacio y pensando en lo que comemos, ya que esto contribuye a que no nos invada el sueño. Las pastas son pesadas y requieren mucha energía para ser digeridos, por ello causan tanto sueño luego de ingerirlas.
La siesta después del almuerzo en la oficina.
Es conveniente tomar una siesta corta, de entre 15 y 30 minutos, siempre que se nos sea posible. Podemos hacerla acostados en el piso o incluso sentados en nuestro escritorio, si es cómodo.
La siesta tiene muchos beneficios, ya que ayuda a mejorar el bienestar general de nuestro cuerpo, aumenta la creatividad y la concentración al momento de trabajar, disminuye las posibilidades de accidentes por fatiga y reduce el estrés diario.
Es recomendable tomar agua y no café ya que ayuda a disminuir la sensación de sueño, aunque pocos crean.
Pon en practica estos consejos y veras como el sueño te acompaña solo de noche.
