Tono apropiado para evaluar a tus empleados

Emplear un tono de voz apropiado con los empleados
Emplear un tono de voz apropiado con los empleados

Como jefes en ocasiones debemos utilizar un tono apropiado para evaluar a los empleados. La tarea de redactar las evaluaciones sobre el desempeño logra implicar una gran complicación; ya que uno no alcanza a percibir el tono más beneficiosa para expresarlas.

En ocasiones logramos parecer exageradamente positivos o críticos en la evaluación de un empleado o a los miembros de nuestro equipo.

En estas circunstancias se puede cometer un error, al expresar las evaluaciones. Se podría originar que el empleado piense que todo está bien en su rendimiento laboral, cuando no es así. O, por otro lado, le desilusionemos cuando verdaderamente, posee un rendimiento admisible.

Por este motivo, es fundamental que encontremos el tono apropiado. Pensar con antelación que es puntualmente lo que pretende expresar. Es decir, que precisas que entienda el trabajador o los trabajadores.

El tono de la voz que se emplea, las expresiones faciales, la comunicación gestual, y las emociones son fundamentales para que el mensaje se comunique adecuadamente. Naturalmente, lo que debemos evitar es enviar mensajes imprecisos que entorpezcan la comprensión de lo que queremos transmitir.

El tono de voz y los gestos son fundamentales al transmitir algún mensaje
El tono de voz y los gestos son fundamentales al transmitir algún mensaje

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Asegúrate de usar el tono apropiado ante tus empleados

Incluso, si no tenemos la seguridad de que vamos a transmitir nuestra opinión apropiadamente es mejor discutirlo antes con un compañero que nos guié para hallar ese tono que intentamos para estar capacitados ante las posibles respuestas que se nos presenten.

La evaluación de 360 ​​grados se usa para lograr resumir las apariencias de nuestros empleados y su rendimiento; brindando, un enfoque mucho más completo de la persona que se conseguiría de otra forma.

No obstante, cuando se recolecta y elaboran estos informes se lleva mucho tiempo, y a los jefes le puede repercutir de forma embarazosa criticar determinadamente sus colegas.

Por eso se resuelve efectuar un proceso de evaluación de 360 ​​grados; lo primero es revelar a los empleados que se presume que debe ser útil, no punible. Cuando se acumulen los informes conviene solicitar ejemplos determinados acerca de lo que el trabajador está ejecutando bien y lo que requiere optimizar.

Conjuntamente, seria bien variar los encuestados examinando a diversos compañeros, clientes internos y externos, etc. Cuando haya recolectado sus comentarios, se debe escoger lo que resulta notable para nuestra evaluación y usar estos datos para completar nuestras observaciones.