
Más allá de todos los beneficios de tener un local, una oficina e incluso una nave industrial eficiente energéticamente hablando, ahora tenemos que hablar sobre legalidad y normativa. Pues ahora es una obligación hacer lo posible por llegar a la eficiencia. Ya no es una recomendación ni un gesto ecológico para quedar bien en la memoria anual, es una exigencia legal con fechas, sanciones y, sobre todo, consecuencias económicas directas.
Y no, no me refiero solo de aislamiento y de sellar ventanas. Hablo de aplicar cabeza y cálculo a un tema que afecta al valor de nuestros activos, al coste mensual de mantenerlos y a la posibilidad (o no) de revalorizarlos. Aquí entra todo: desde el uso de materiales como el poliexpan (poliestireno expandido, EPS), hasta cómo reduces plazos en obra para que no se te dispare el presupuesto. A eso venimos.
Porque cuando toca actuar, no basta con que el proyecto esté “bonito”. Hay que saber cómo se puede mejorar la eficiencia energética de un edificio, sin destrozar la estética, sin duplicar costes y sin paralizar la actividad. En este artículo te voy a contar, punto por punto, lo que necesitas saber para rehabilitar con inteligencia, usando soluciones que funcionan y están probadas en obra real. Vamos al grano: hablaremos de aislamiento de fachada, encofrados, acabados como el hormigón visto, materiales como el EPS, y al final te dejo un checklist para proveedores que no tiene desperdicio.
¿Cómo se puede mejorar la eficiencia energética de un edificio?
La rehabilitación energética dejó de ser la última tendencia verde. Es un mandato legal. Desde el 30 de mayo de 2026, la Directiva (UE) 2024/1275 será obligatorio transponerla. Establece reducciones claras del consumo energético medio: −16 % para 2030 y entre −20 % y −22 % para 2035, en comparación con 2020 (Parlamento Europeo, 2023). Quien no se ponga las pilas, lo pagará muy caro
Además, con la nueva directiva vienen los “pasaportes de renovación”. Básicamente, una hoja de ruta obligatoria para cada edificio, con diagnósticos energéticos, propuestas de mejora y plazos de ejecución. Vamos, que no te lo saltas con una mano de pintura y una caldera nueva.
Pero aquí no estamos para quejarnos, sino para ver la oportunidad: si sabes cómo se puede mejorar la eficiencia energética de un edificio, podrás aumentar el valor de tu activo, reducir los costes mensuales de energía y posicionarte mejor ante bancos, administraciones o compradores. Es una jugada estratégica.
Y ojo, que los métodos tradicionales ya no bastan. En este post te hablo de soluciones reales, muchas de ellas industrializadas, que acortan plazos, mejoran acabados y hacen rentable lo que antes era un dolor de cabeza.
1. Aislamiento de fachada: SATE vs. fachada ventilada
Cuando hablamos de aislamiento fachada, no vale cualquier sistema y no todos los edificios son iguales. Aquí tienes las dos opciones que más están funcionando ahora mismo:
SATE: el abrigo continuo
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior es una solución directa y rentable. Consiste en colocar material aislante por fuera de la fachada, recubierto por varias capas de mortero y un acabado decorativo. Crea una capa continua que elimina los puentes térmicos. Esto es clave.
Ventajas del SATE:
- Reducción del consumo energético de hasta un 40 % en calefacción y aire acondicionado gracias al aislamiento por el exterior (Structuralia, 2024)
- Mejora del confort térmico y acústico
- Instalación más rápida y económica
- No reduce superficie útil de la vivienda.
Pero ojo, el SATE necesita protección ante golpes (especialmente en zonas bajas) y mantenimiento periódico. Eso sí, con una instalación correcta, es una apuesta rentable.
Fachada ventilada: la opción premium
La fachada ventilada crea una cámara de aire entre el muro y el revestimiento exterior. Esta ventilación permite regular la temperatura y humedad. Es ideal en climas húmedos o edificios de alto standing donde el diseño importa tanto como la eficiencia.
Puntos clave:
- Mayor durabilidad (hasta 50 años)
- Mínimo mantenimiento
- Estética de alto nivel (materiales variados y personalizables)
- Mejor gestión de la humedad.
¿El contra? Es más costosa y requiere mano de obra especializada. Pero si el presupuesto lo permite y buscas calidad y durabilidad, merece la pena.
2. Encofrados modulares: reducir plazos, ganar precisión
En una rehabilitación energética de edificios, no puedes permitirte que la obra se eternice. Cada día parado es dinero que pierdes. Y para eso, los encofrados modulares son la herramienta perfecta.
Estos encofrados ya no son las estructuras de madera que se montan a mano cada vez. Hablamos de sistemas industrializados, reutilizables, con precisión milimétrica y seguridad integrada. Se usan sobre todo en obras repetitivas, pero también están entrando con fuerza en rehabilitación, sobre todo en grandes bloques residenciales.
¿Qué ventajas ofrecen?
- Hasta un 50 % de reducción en tiempo de obra (Espinoza Oblitas, 2021)
- Mayor seguridad: barandillas, plataformas, anclajes integrados
- Acabado perfecto: paredes lisas, sin salientes ni remates cutres
- Menos mano de obra y menos errores en obra.
Eso sí, requieren planificación y diseño previo. No improvises; calcula, planifica y usa el sistema adecuado: aluminio, acero o incluso plástico, según el caso.
Y si además vas a dejar el hormigón visto, aquí entran los encofrados para hormigón visto, con tolerancias mínimas y acabados estéticos que ahorran en revestimientos posteriores.
3. EPS (Poliexpan): ligereza, eficiencia y circularidad
El poliexpan, o EPS (poliestireno expandido), es un material al que muchos siguen sin darle el valor que merece. Ligero, fácil de trabajar, con propiedades térmicas excelentes y, además, 100 % reciclable. Su estructura (98 % aire) lo hace un gran aliado para mejorar la envolvente térmica sin sobrecargar la estructura del edificio.
¿Por qué deberías considerarlo?
- Conductividad térmica bajísima
- Compatible con SATE y otras soluciones de aislamiento exterior
- Ligero, manejable, fácil de cortar y adaptar
- No absorbe humedad, ideal para fachadas expuestas
- Disponible en versión grafitada para mayor rendimiento con menos espesor.
Ahora bien, no todo es perfecto.
Problemas comunes:
- Degrada con los rayos UV si no se protege rápido
- Baja resistencia a impactos sin refuerzos
- Dificultad logística para reciclar (por volumen).
Afortunadamente, el sector está avanzando. En 2022, España alcanzó un índice de reciclado del 45 % para el EPS (por encima de la media europea (Fundación Ellen MacArthur, 2023). Además, técnicas emergentes como la densificación en aceite de cocina usado pueden reducir el volumen de los residuos de EPS hasta en un 90 %, lo que implica una disminución significativa en los costes y la huella logística. En la eficiencia energética del parque existente, el EPS es una jugada inteligente, siempre que su uso esté bien controlado.
Checklist final: qué preguntar al proveedor según tipo de obra
Aquí te dejo un listado que deberías llevar siempre contigo cuando hables con cualquier empresa de rehabilitación o arquitectura. Es el filtro que separa a los que saben, de los que improvisan.
1. Sobre el sistema de aislamiento fachada
- ¿Qué sistema proponen (SATE o ventilada) y por qué?
- ¿Han evaluado la gestión de humedad y los puentes térmicos?
- ¿Cuál es la durabilidad esperada según condiciones climáticas reales?
- ¿Cuál es el nivel de personalización estética que permite?
2. Sobre los encofrados
- ¿Se trata de encofrados tradicionales o industrializados?
- ¿Qué materiales usan (aluminio, acero, plástico)?
- ¿Cuál es la productividad esperada por m²?
- ¿Qué sistemas de seguridad integran?
3. Sobre acabados con hormigón visto
- ¿Qué tipo de encofrados para hormigón visto van a utilizar?
- ¿Qué agente desencofrante usan y cómo lo aplican?
- ¿Quién supervisa los tiempos de vertido, vibración y curado?
- ¿Qué muestras o proyectos previos pueden mostrar?
4. Sobre el uso de poliexpan (EPS)
- ¿Usan EPS blanco o grafitado?
- ¿Cómo protegen el material de la radiación UV en obra?
- ¿Tienen plan de recogida y reciclaje?
- ¿Qué refuerzos aplican en zonas vulnerables al impacto?
Rentabilidad, eficiencia y obra bien hecha, o nada

Mejorar la eficiencia energética de un edificio ya no es una recomendación no más, es una obligación, una jugada financiera y una ventaja competitiva.
Aunque claro, esto no va solo de cumplir normas, sino de liderar el cambio en tu sector. De ser el que transforma edificios que consumen como bestias, en activos rentables, sostenibles y con buena presencia. De reducir el coste energético y aumentar el valor patrimonial. De ejecutar obras rápidas, limpias y con acabados que marcan diferencia.
Por eso, si te vas a meter en una mejora energética en rehabilitación, hazlo con cabeza. Pregunta, compara, exige. Porque la tecnología y los sistemas ya existen. Solo necesitas el socio adecuado y el enfoque correcto. Y, sobre todo, necesitas mentalidad de empresario: buscar rentabilidad a cada decisión que tomas.
Referencias consultadas:
- Parlamento Europeo. (2023). Eficiencia energética de los edificios (refundición). https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/69/la-eficiencia-energetica
- Structuralia. (2024). Sistema de aislamiento térmico exterior: qué es y cuáles son sus ventajas. https://blog.structuralia.com/sistema-de-aislamiento-termico-exterior
- Espinoza Oblitas, J. A. (2021). Aplicación de encofrados modulares para mejorar la productividad en construcción de viviendas multifamiliares en Jaén – Cajamarca (Tesis de grado). Universidad César Vallejo. https://alicia.concytec.gob.pe/vufind/Record/UCVV_ebbd0255edb9a6f0e1c6b4da4d7f2274
- Fundación Ellen MacArthur. (2023). El poliestireno expandido se recicla a escala y en la práctica. https://anape.es/actualidad/el-poliestireno-expandido-se-recicla-a-escala-y-en-la-practica








