El yoísmo empresarial es un peligro fatal

Yoísmo empresarial, peligro inminente
Yoísmo empresarial, peligro inminente

La percepción “yoísmo” surge combinado a egocentrismo. No es un término nuevo. Simplemente está de moda. Debido a la enorme manifestación en las redes sociales de instantes triviales. Nos transforma en una especie de Narcisos excesivamente atentos de lo redundante.

Si cada uno concluye compartir en las redes sociales, su alimento, si sale a ejercitarse, caminando por la calle, es autónomo de hacerlo. Todos tenemos conceptos distintos de la intimidad y espacio personal.

Sin embargo, ¿Qué pasa cuando son los miembros de la empresa que convierten en protagonistas? Dicho así, antes de las perspectivas de la empresa y de alcanzar las metas, está su ego.

El yoísmo, fastidia, desagrada y espanta a los clientes

Varias empresas, caen en el error de estar activas en distintas redes sociales. No es del todo malo. Es la tendencia.

El error esta en el momento de no separar lo que desean compartir concerniente con la parte profesional, de lo personal, sobre todo, cuando el mensaje no es afín en todas.

A un cliente, por ejemplo, no le importan las sobre mesas que comparte la empresa en la que colocan su confianza. Tampoco estar observando día tras día, a los miembros de la nómina haciendo tonterías.

Si la empresa ha compartido un taller de formación, expongamos el contenido, a las personas que asistieron, las ideas que se aportaron. Pero obviemos fotografías y más fotografías de grupo con señales del tipo: “lo mejor”.

La creatividad es el mejor correctivo frente a el yoísmo. El pensar que se ha conseguido la perfección particular es legal, lo insólito y nocivo es obsesionarse con exponerlo a diario.

Inclinemos la ponderación hacia el sitio de los éxitos de todos, de lo que la empresa brinda, de los trabajos completos, de los éxitos, de la complacencia del cliente, de noticias concernientes con nuestro sector, de la creatividad. Antes de subir una imagen que no contribuya en nada o que sólo sustente nuestro ego, recapacitemos.