El Storytelling es contar historias, con el propósito de transmitir a quien nos escucha un mensaje, con la finalidad de que lo interiorice y represente algo especial para él o ella. Posiblemente lo hayas pensado en algún momento, pues el ser humano es un narrador nato y lleva relatando historias desde hace millones de años.
Un buen ejemplo para respaldar esta tesis, son las pinturas rupestres en las que sale un cazador en forma de líder o héroe, transportando alimentos al resto del clan familiar tras capturar algún animal. Y, para exponer su heroicidad, cuándo y cómo lo hizo lo plasmó en las paredes de las cuevas.
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¿Será que estaban los hombres primitivos practicando el Storytelling, contándonos una historia?
Considerando este ejemplo, conseguimos adaptarlo al modelo de Jakobson sobre los elementos de la comunicación y las funciones del lenguaje que está profundamente relacionado con el hecho de narrar historias o Storytelling, que provoquen una mejor experiencia del cliente con la marca.
En nuestro ejemplo, el protagonista pretende hacer sobresalir su marca personal y por ello pone valor en su historia: un cazador valiente y experimentado. Esta parte es la llamada Branded Content, ya que su propósito es crear notoriedad y conseguir que el receptor del mensaje conecte con él.
Podemos hablar entonces de una estructura de narración central cuyos propósitos son: Captar la atención de su audiencia y relatar unos hechos. De esta manera, ya tenemos una primera versión para entender el Storytelling en cuanto a su estructura: planteamiento, nudo, desenlace.
En el ejemplo anterior se hablaba de información, valores, modos y costumbres. Si lo traemos a la actualidad, estaríamos hablando de influencias y tendencias, que no son sino un envoltorio que nos motiva a ejecutar una acción con una marca.
Las marcas que trabajan el arte del Storytelling, integran la historia de su empresa en sus estrategias, sus propósitos, su cultura, su misión y los valores que representan.
¿Cómo usar el Storytelling en nuestra estrategia digital?
El marketing como lo conocíamos hasta ahora, donde la publicidad era invasiva, fundamentalmente en medios como la televisión, debía reinventarse.
Con la arribada de Internet, se marca el instante en el que los clientes pueden optar por lo que desean ver. Las empresas deben reinventarse y hacer lo propio con sus estrategias, para mantener sus cuentas a salvo.
“El secreto del éxito de una marca se basa en el relato que comunica”
