Inteligencia colectiva en los negocios. No es más que el conocimiento y la experiencia particular, que es compartida para favorecer y fortificar al resto del grupo.
Las hormigas y las abejas son la mejor analogía de que los especialistas llaman inteligencia colectiva. Como se designa al trabajo colaborativo autogestionado. En este tipo de trabajo, cada uno extiende su rendimiento, saber y práctica en favor del grupo. En el caso de las personas es un poco más arduo estimular esta cualidad. Ya que los seres humanos sobrevaloran sus conocimientos, lo que se piensa como una herramienta que les da control y seguridad.
Actualmente, las maneras de trabajo están transformándose y tienden a ser más colaborativas. Se aprecia más a los colaboradores que no se cohíben de compartir lo que saben y están capacitados para crear una red de contactos que, así mismo, les contribuya a ellos.
Esta manera de trabajo se conjuga con la creación y uso de herramientas cada vez más colaborativas a nivel empresarial. Como redes sociales corporativas, blogs, y administradores de contenidos que están estableciendo asociaciones de conocimiento entre profesionales.
Wikipedia, es un gran ejemplo. Es una muestra de inteligencia colectiva porque se erige día a día con las contribuciones de millones de usuarios.
La inteligencia colectiva igualmente irá transformando la forma de hacer negocios. A medida que las personas cambien su modo de pensar y se vuelvan más colaborativas y averigüen como enlazar con otros para que ambas parten ganen. “Para esto, hay que cambiar la mentalidad de todos, buscar sistemas de participación y liderazgo”, señalan algunos especialistas.
Airbnb, una plataforma online que conecta a propietarios de viviendas con personas que buscan alojamiento. Es un ejemplo de cómo la inteligencia colectiva se emplea en los negocios. Asimismo, el crowdfunding, como se llama en inglés a la financiación colectiva. Implica la contribución colectiva de personas que aspiran sacar adelante un propósito o causa con fines altruistas.
