La procrastinación es el mayor obstáculo a superar para llegar al éxito. Desperdiciamos tanto tiempo tratando de evitar tareas difíciles que nos predisponemos al fracaso; Es un término poco común que, sin embargo; la mayoría de las personas lo experimentan en carne propia día tras día. A grandes rasgos; procrastinar consiste en dejar los pendientes para después. Generalmente lo hacemos porque la tarea en cuestión nos abruma por lo tediosa o difícil.

Procrastinación, existen dos tipos.

La primera deriva de evitar a toda costa alguna obligación “Procrastinamos para evitar tareas difíciles o desagradables y para evadir un cambio”. La segunda se debe a miedo y ansiedad. “En este caso procrastinamos por miedo al fracaso, al éxito, a la crítica, a cometer errores y a ser rechazados”.

Si tenemos en cuenta que la procrastinación es únicamente un hábito; y que los hábitos se pueden modificar; podremos enfrentar cada situación de otra manera.  Todo esto genera una sensación de caos, de no poder llegar a todo, debido a la acumulación de las tareas pendientes; produciendo sentimientos de insatisfacción, inseguridad y estancamiento, finalizando por perder la confianza y el respeto de los demás.

Algunas técnicas para superar y cambiar este hábito

Realiza primero las tareas desagradables de una vez. Divide las tareas difíciles o tediosas para que las puedas atender por partes. Pon una fecha límite y deja que otros sepan cuál es. Si logras cumplir con estas fechas, date una recompensa. Aprende a delegar tareas a otras personas.

Si eres un perfeccionista o no puedes cometer errores, debes reconocer que estas actitudes pueden ser auto destructibles, ya que no puedes saber todo acerca de todo. A veces procrastinamos porque realmente no sabemos que tan coherentes somos con nuestras metas. Es importante tener claro el objetivo, y asegurarse de perseguir algo que de verdad quieras lograr.

Benjamín Franklin, un genio de la productividad dijo: “Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.