Posiblemente no requerías de algún asesoramiento fijo, o que quizás os concierne mejor que vuestra organización posea un abogado al alcance. De esa forma, al momento de que se necesite de un asesoramiento y soporte legal, conseguirán trabajar con una persona a la cual le tendrán la suficiente confianza al momento de solucionar alguna necesidad dentro de la compañía.
¿En qué momento requerirán de algún asesoramiento legal? Aquí os dejo diversos contextos comunes:
- Cuando momento decides si convertir o no la compañía en alguna sociedad anónima por lo que tener los papeles requeridos a la mano es obligatorio.
- En el instante de querer redactar algún contrato complejo.
- Cuando se recibe alguna demanda legal.
- Al momento de requerir algún soporte al cobrar cualquier deuda.
- Al momento de necesitar algún dato relevante en cuanto a normas pertinentes a vuestra empresa.
- Deben buscar al abogado que conozca bien a la compañía.
Utilizar referencias
Se sabe que las referencias es la mejor forma de hallar usualmente todo tipos de servicios para cualquier necesidad, siendo el abogado otro más a la lista usado por este medio. Conversar con otros dueños de algunas compañías, su contador o banquero o cualquier otra persona en quien confiéis. Asimismo, pudiese ser útil el dirigirse al colegio de abogados de la localidad y ver que recomendaciones os pueden suministrar.
Deben entender qué le cobran precedentemente de tomar la factura
Con referencia a los honorarios que dan los abogados, varían ya sea por el sitio en el que se va a trabajar o por la experiencia que posean en el ámbito laboral.
Tienen que entender de forma clara de qué forma cobra el abogado. Al momento que vosotros llamáis con el fin de conseguir algún asesoramiento, ¿le estarían cobrando el tiempo en el que están al teléfono? Si es así, ¿de qué manera se calcula el honorario? ¿Hay discrepancias en cuanto a tarifas a raíz de quien ejerza en su cuenta? Aparte de ello, deben pedir la información antes de si cobrarían por la primera consulta o no.
Deben negociar algún proceso para la facturación y que ésta responda a vuestras necesidades.
Con la generalidad de las compañías pequeñas, se sabe que consiguen pagarle a un abogado al momento que lo requieren. Si ejerce durante 2 horas, éste sería el tiempo el cual se le debe pagar. Si vosotros mantenéis algún vínculo continuo con vuestro abogado, quizás les cobren una vez al mes esos servicios otorgados.
Existe otra alternativa y es el poseer algún vínculo asentado en gratificación en los honorarios de un abogado, sin embargo, eso es un tanto extraño y para nada usual ya que para esas compañías pequeñas significaría que vosotros estáis pagando los honorarios a un abogado en el que promete estar asequible con el fin de perpetrar diversas labores pactadas con anterioridad para beneficio de vuestra empresa, por medio de un vínculo de trabajo permanente. Si vosotros queréis hacerle frente a un pleito enorme o diminuto, o poseen uno que otro proyecto especial, se negocian honorarios anexos.