Decirle adiós al trabajo, ¿Cuándo es hora?

Salir por la puerta grande y decirle adiós al trabajo
Salir por la puerta grande y decirle adiós al trabajo

En efecto, llega un momento en la vida en el cual hay que decirle adiós al trabajo actual. En busca de nuevos horizontes. ¿Cómo saber que esa hora ha llegado?

Hay algo que nunca se aprende del todo bien en el mundo profesional. Algo que siempre te deja semillas de duda cuando tienes que tomar la decisión determinante. ¿Cómo decirle adiós?

No cabe duda, éste es el momento más difícil. Ya sea por circunstancias positivas (ofrecimientos laborales más atractivos) o por circunstancias negativas (conflictos internos con la empresa). Nunca sabes a ciencia cierta cómo salir airoso de esta clase de eventos para todas las partes implicadas.

Sin embargo, vale la pena repasar esos complicados procedimientos una vez más con el fin de compartir algunas ideas necesarias. Para luego considerar un adiós a tu trabajo que sea lo menos doloroso posible.

Condiciones para decirle adiós al trabajo

A la hora de renunciar suele determinarse por la forma en que te respondes las siguientes preguntas:

¿Realmente quiero irme?

Esta es la primera cuestión que se debe distinguir. A veces un par de ratos difíciles y motivos personales deslindados con el trabajo te orillan a pensar que estarías mejor en otro lugar, con responsabilidades distintas.

Una mala racha no justifica el dejar todo para ir a buscar respuesta en nuevos horizontes, así que despójate de predisposiciones y analiza objetivamente porqué sientes esa inquietud que te esté orillando a renunciar.

¿Tengo esperanzas de que mi situación mejore dentro de la empresa en proporción a mi esfuerzo?

Si no ves posibilidades de ascender, ganar más dinero u obtener cualquier otro beneficio a raíz de tus mejoras en cuanto desempeño, significa que no eres lo suficientemente apreciado como elemento laboral y puedes considerar el irte de ahí.

Lo esencial es que seas completamente honesto contigo mismo a opiniones de terceros si lo consideras necesario. La decisión final es muy importante como para tomarse con base en que tú crees ser “muy bueno para ellos”, así que no te confíes.

¿Hay algo más que puedo aprender en este trabajo que sea factor para quedarme más tiempo?

A veces las ataduras sentimentales son un arma de doble filo, confundimos la lealtad con el profesionalismo. Un hombre leal a la empresa opta por no abandonarla, aunque el panorama sea adverso. Un profesional reconoce las carencias y hace lo posible por solucionarlas y aprender de ellas antes de anunciar tu salida. Debes ser objetivo a la hora de estimar lo que el puesto vale para ti en materia de aprendizaje.

¿Tengo algo seguro al salir de aquí?

El punto esencial del asunto. Nunca debes inclinarte por dejar una empresa sin tener algo asegurado en otro sitio, no importa lo brillante que te consideres.

¿Qué tan estable es mi nuevo destino?

No hay nada más desalentador para tu autoestima laboral, como tener que volver a tocar la puerta de tu antiguo trabajo. Sólo por que la nueva y atractiva oportunidad no salió como pensabas y ahora estas forzado a volver al redil. Así que verifica antes que tan sólida y estable es la nueva propuesta.