El Elefante Encadenado: Jorge Bucay para el emprendimiento

El Elefante Encadenado: Jorge Bucay
El Elefante Encadenado: Jorge Bucay

El Elefante Encadenado es una inspiradora historia de Jorge Bucay que entraña una motivadora enseñanza para el emprendimiento y la vida.

“Cuando yo era pequeño me fascinaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. Me encantaba ver a el elefante, que también el animal favorito por otros niños.

Durante la función, el elefante mostraba su gran peso, un tamaño y una fuerza monstruosa. Posterior a su actuación, el elefante siempre permanecía amarrado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba una de sus patas”.

“No obstante, la estaca era sólo un pequeñísimo pedazo de madera clavado unos centímetros en el suelo. Y, si bien la cadena era gruesa y poderosa, era elemental que un animal capaz de desenterrar un árbol con su fuerza podría librarse con facilidad de la estaca y fugarse”.

A este elefante encadenado ¿Qué lo detiene? ¿Por qué no escapa?

Indagué entonces con un maestro, mi padre por el misterio del elefante. Me explicaban que el elefante no se huía ya que estaba adiestrado. Pensé entonces: “Si está adiestrado, ¿por qué lo encadenan?”. Sin recibir una ninguna respuesta coherente.

Elefante encadenado ¿Qué lo detiene? ¿Por qué no escapa?
Elefante encadenado ¿Qué lo detiene? ¿Por qué no escapa?

Años después, descubrí que, alguien había sido lo suficientemente sabio como para hallar la respuesta:

El elefante del circo no huye ya que ha permanecido amarrado a una estaca similar desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos e imaginé al desamparado elefante recién nacido amarrado a la estaca. Seguramente, en aquel instante, el elefantito empujó, tiró y sudó intentando soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo logró, ya que aquella estaca era demasiado dura para él.

Tal vez se dormía agotado y que al día siguiente retornaba y lo intentaba, y así durante muchos días. Hasta que, un día el animal admitió su imposibilidad y renunció.

Ese gran elefante poderoso que vemos en el circo no huye porque, cree que no puede. Tiene grabado el recuerdo de la imposibilidad que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que nunca se ha vuelto a debatir ese recuerdo. Nunca, en la vida intentó poner a prueba su fuerza.

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Todos somos un poco como el elefante del circo: andamos por el mundo amarrados a miles de estacas que nos quitan libertad.

Pensamos que “no podemos” hacer muchas cosas, solo porque una vez, en tiempos pasados, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo logramos. Creemos lo mismo que el elefante, y tallamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo, no puedo y jamás lo lograré.

Crecimos llevando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso jamás intentamos liberarnos de la estaca. Cuando, en ocasiones, sentimos las cadenas y suenan las cadenas, echamos un vistazo de reojo la estaca y pensamos: No puedo y jamás podré.

Pero eso no es verdad. Es una utopía. Tú mismo has creado la estaca y la ha clavado en el suelo. Eres tú el que se ha unido a ella. Eres tú el que ha puesto esas restricciones en tu cabeza. Pero asimismo eres tú el único que puede hacerlas desaparecer.

Es momento de que te libres de esas estacas a las que te encadenas. Es momento de que afrontes esas limitaciones que tú mismo te pones. Así piensa adonde aspiras llegar y lucha decididamente por ser lo que quieres llegar a ser.