La estanflación es el instante en el cual la economía de un país, que ya se halla dentro de un escenario inflacionario, se detiene y el ritmo de inflación no cede.
Estanflación es cuando al mismo tiempo se dan de forma paralelas, el aumento de precios, el acrecentamiento de desempleo y la inmovilización económica.
La forma de establecer que un país se encuentra en esta situación es cuando su producto interno bruto (PIB) empobrece durante dos trimestres contiguos. De suceder esto, el país ingresa en una recesión.
La recesión aparece acompañada por una alta inflación, entra en estanflación. Que representa que se encuentra en uno de los peores escenarios financieros posibles. Ya que la corrección de este fenómeno y su manejo son muy difíciles.
Los países que pasan por este tipo de problemas se ven forzados a tomar dos tipos de decisiones políticas. O se elige por una política monetaria y fiscal que ayude a activar la economía recesiva, lo cual agrava el mecanismo inflacionario de la estanflación. O se selecciona por políticas más restrictivas que batallen la inflación, pero que tienden a empeorar y profundizar la recesión.
Otro de los problemas que deben afrontar los gobiernos de los países, es que en la estanflación la recesión suele ser parcial y confusa. Es decir, mientras que algunos sectores, como la producción de bienes, decrece, otros como los servicios públicos, crecen.
Las economías relativamente abiertas, la inflación suele estar acompañada de un proceso de devaluación. Lo que genera un espasmo en las acciones que consumen divisas y una expansión de las que generan divisas.
La estanflación siempre es de origen interno.
Se observa que este inconveniente surge y lo importante es ver cómo remediarlo. Las políticas económicas expansionistas, que llevan a un incremento económico y del empleo, traen a su vez tasas inflacionarias considerables.
Aquellas que se utilizan para contener un proceso inflacionario, consiguientemente, desaceleran el crecimiento económico, y llevan a acrecentar las tasas de desempleo.