King Gillette, siempre hay tiempo para lograr los sueños

King Gillette, y su sueño
King Gillette, y su sueño

La historia King Gillette, es un ejemplo de lograr los sueños. El pretexto que tiene una gran amplitud, pero limita a gran cantidad de personas a conseguir sus sueños, es, sin lugar a duda, la edad. Se trata de una situación mental, atribuida por la sociedad. Es un pensamiento que puede escaparse de nuestra mente en algún momento. Lo recomendable es no albergar ese tipo de pensamientos restrictivos.

King Gillette, no hay excusas para no alcanzar los propósitos
King Gillette, no hay excusas para no alcanzar los propósitos

Debemos dedicar toda la energía necesaria para progresar. Tomar acción, ya que el límite lo ponemos nosotros mismos. Es nuestra decisión, es elección ir por los aspiraciones o anhelos. Enfocarse en cada día adelantar pasos hacia la meta profesional, financiera, personal, física, emocional o espiritual que se tenga.

King Gillette un gran ejemplo, de que el tiempo no es un obstáculo

King Gillette, a los cuarenta años, se dedicaba a distribuir tapones para botellas. Pero en su mente, guardaba la idea de ser conocido en la posteridad. Fue un tiempo difícil, cuando Gillette pensó en un artefacto para rasurar que poseyera un mango y una cuchilla desechable, tardó seis años en patentar esta idea.

No fue fácil sacar adelante su proyecto. Pues con la tecnología del siglo diecinueve resultaba prácticamente improbable construir las hojas de afeitar que Gillette soñaba. Luego de ocho años la idea se convirtió por fin en empresa. Que en sus inicios estuvo al borde de la quiebra.

Desamparado por sus conocidos y por diversos de sus inversionistas. La firmeza de Gillette y el talento industrial de William Nickerson (ingeniero jefe de la empresa), lograron salvar la situación del negocio, optimizando el diseño y la promoción de su invento.

En el primer año Gillete Company tan solo vendió tan solo cincuenta y un maquinillas y ciento sesenta y ocho cuchillas desechables. Persistió y experimentando todas las estrategias de marketing existentes y con una política de precios bajos, vendió más de noventa mil maquinillas el año siguiente y diez años más tarde, los setenta millones de unidades en todo el mundo.

En mil novecientos cuatro, gracias a los cambios, la empresa vendió doscientos cincuenta mil máquinas de afeitar. Trece años después alcanzaría la cima al conseguir un encargo de tres millones y medio de maquinitas para suministrar a los soldados del ejército norteamericano.

King Gillette batalló fuertemente durante casi diez años para hacer realidad su visión

Actualmente, su empresa es una multinacional presente en más de doscientos países, con más de cuarenta mil empleados y sus ventas anuales superan los diez mil millones de dólares.