Toda relación entre socios es parecida a una relación que se da entre una pareja amorosa. Por ello, lo relevante es ir cuidando varias características para que ese amor empresarial no se quebrante.
Aspectos claves a tomar en cuenta para la relación
No delimitar las funciones.
Usualmente, toda sociedad nace partiendo de una perspectiva emocional (compañeros de clases, amigos, etc.) Al momento de repartir cada cargo, éste no se hace de forma equitativa o con honestidad. “A eso se le unen varios malentendidos. Posiblemente uno desee ir más allá ya que posee un perfil comercial y el otro solo lo tome mal porque lo ve como una usurpación”. Con el fin de impedir esos problemas, se hacen varias funciones que se tienen que consensuar y determinar de manera oficial para hacerlo desde el comienzo.
Permiso en las intromisiones familiares.
En el momento que una compañía comienza a crecer, es sencillo que los distintos entornos familiares se involucren. Ya sea con recriminaciones, críticas y diversos malos comentarios, que se anexan a la compañía. Se trata de un error común por toda la implicación emocional que traen y terminan generando un quebrantamiento.
Elegir mal a los socios.
Como se ha observado, al momento de seleccionar a un socio es bueno estudiar cada punto fuerte y débil y seleccionar al indicado. Deben olvidarse de intentar hallar un aliado entre igual, lo mejor sería que fuesen perfiles distintos. No obstante, deben tener una capacidad para el trabajo idóneo y un compromiso parecido.
No dejar claras las reglas de juego.
Se debe concretar cada norma que se regiría por la asociación. Esto involucra tanto al talento donde se pondrá a cada uno, lo que hará y el beneficio que traerá. Asimismo, debe brindar la entrada a otros partners, lo que pasaría si alguno quisiera irse por escrito y “preferiblemente armado por un buen externo-mediador”.