Los jefes al final siempre son los jefes, no tu amigo de trabajo. Si fuera de la oficina mantienen una amistad, es importante separar el vínculo cuando de trabajo se trata. Existen unos aspectos importantes para tomar en cuenta que además puede garantizar tu permanencia dentro de la empresa. Además de crearte las posibilidades de ascenso y crecimiento.
Los jefes al final siempre son los jefes
Primeramente debes cumplir con tus responsabilidades, es lo que tu jefe espera de ti. Estas expectativas no siempre son constantes, de manera que debes estar atento para detectar cualquier cambio de planes o proyectos en los que se te vaya a pedir otro tipo de desempeño.
También es fundamental, que nunca te quedes con ninguna duda, si algo no te queda claro de lo que se requiere de ti, pregunta. Es preferible resolver tus dudas a tiempo, que quedarte callado.
Si en algún momento cometes una equivocación sin percatarte de ello, es preferible que lo reconozcas cuando te lo hagan ver. Escuchar con atención y actitud positiva de cual fue tu error para no repetirlo. Evita ponerte a la defensiva. Por otro lado, si cometes un error y lo sabes, no esperes a que te vayan a reclamar, ve con tu Jefe y coméntale al respecto. De este modo, demostraras que eres honesto y con valor para enfrentar tus equivocaciones.
Finalmente, no sofoques a tu jefe con tantas dudas, para las cuales hay un momento especifico para su solución. Es fundamental que en ocasiones tomes decisiones para resolver problemas por ti mismo, esto demostrara seguridad y autonomía.
Para eso debes tener claro cuales son tus derechos y obligaciones dentro del trabajo. Así de esta manera evitaras tomar decisiones equivocada, o peor aún que no sean de tu competencia.
Los jefes al final siempre son los jefes, ¿Que opinas tu del tuyo?
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