
También se trata de saber quién está en tu contra, necesitas conocer a la persona sentada frente a ti lo mejor que puedas.
Las negociaciones desastrosas ocurren por consecuencia de haber perdido el control. Las negociaciones varían entre los debates, persuasión y argumentos.
Nuestros cerebros producen cortisol cuando nos sentimos atacados, haciéndonos más negativos e incapaces de reflexionar. Por el contrario produce adrenalina, que nos da una sensación falsa de estar en lo acertado.
Las malas negociaciones se dan cuando:
- Ser incapaces de sentir empatía.
- No estar preparados.
- No estar al tanto de nuestros cambios emocionales.
Negociar mejor y sus trucos.
Pídele a un amigo o familiar que te diga cómo te comportas cuando argumentas algo. Ellos serán capaces de enumerar las cosas habituales que haces durante las negociaciones y que indican que estás empezando a sentir que has perdido el control de la negociación.
Habla menos y escucha más. El mejor lenguaje que puedes utilizar es usar un lenguaje con el cual la otra parte esté familiarizada, se sienta cómodo usarlo y se sienta entusiasmado. Esta es la razón por la que la preparación de tu conocimiento sobre ellos de antemano es importante. También puedes preparar preguntas abiertas que no parezcan fuera de lugar.
No hagas compromisos: Un compromiso significa que nadie obtiene lo que quiere. Si parece que no puedes negociar lo que quieres, conviértelo en un intercambio. Pero tienes que saber lo suficiente acerca de la otra parte para saber cuál va a ser un intercambio valioso.
La retórica es el estudio del lenguaje persuasivo. Es útil para un montón de cosas en la vida, así que toma un tiempo para pulir tus habilidades. La clave para ser capaz de hacer las preguntas más difíciles es ser capaz de llevar a la persona de vuelta después de un NO.
Preguntas difíciles introducen tensión, y tu capacidad para preguntar está relacionada con tu capacidad de reducir la tensión, haciendo que la otra parte se sienta bien o mejor. No sólo vas a evitar respuestas como sí y no, sino que obtendrás más detalles, sino que vas a hacer que la otra persona no se sienta atacada.
Esta es una buena estrategia para construir preguntas difíciles que requieran respuestas duras. Facilita que la otra parte hable y así lentamente llegar hasta los temas difíciles o tensos.