Negocios familiares un obstáculo para progresar

Negocios familiares un obstáculo para progresar
Negocios familiares un obstáculo para progresar

Esos negocios familiares, bien sea tiendas, pequeñas empresas que un día nacieron gracias al esfuerzo y aptitud de un abuelo, o un padre. Negocios familiares donde todos contribuyen y ponen su grano de arena. Compaginando estudios y horas de trabajo detrás de un mostrador, o bien aportando conocimientos nuevos para perfeccionar la empresa.

Sin embargo, no todo es tan bonito. En ocasiones un negocio familiar se transforma en un obstáculo para progresar como profesional en otras áreas. El vínculo que se establece entre las familias es más fuerte que cualquier contrato con la mejor de las compañías.

Existen los jóvenes que después de clases no se iba a casa a descansar o concluir las actividades que concernieran a alguien de su edad; sino que acudía a la tienda del padre o la madre para “ayudar”, lo cual es perfecto y hasta lógico.

El inconveniente radica cuando ese joven al pasar de los años se queda estancado. Se mueve únicamente en ese círculo donde sus ambiciones parecen estar ya resueltas; posiblemente con toda la buena fe desde el círculo familiar.

Es importante tomar en cuenta, que la buena fe no siempre es el mejor consejero; ni resulta lo más sensato o conveniente. La sociedad progresa, y con ella ese hijo o nieto que no se asemeja cuando es adulto con el negocio, pero se ve atrapado en él.

Negocios familiares donde todos contribuyen y ponen su grano de arena
Negocios familiares donde todos contribuyen y ponen su grano de arena

Negocios familiares, contexto complejo

Resulta complejo el día a día dentro de una empresa. Visualicemos una donde todos los miembros duermen bajo el mismo techo. Las dificultades del trabajo se trasladan a casa y viceversa. No todas las empresas familiares presentan dificultades y en muchas los hijos toman un camino distinto en lo profesional sin problema alguno.

El error es exigir a que todo sea igual conforme pasan los años. El gran jefe retirado o no pretenderá seguir siéndolo; y el heredero por mucho que le hagan creer que posee el mando, nunca tomará una decisión sin pasar por el filtro del antecesor.

Finalmente, un negocio familiar es uno de los contextos más complejos al momento de gestionar el capital humano. Los lazos angostos consiguen sofocar nuevas y mejores ideas; el gusto por el poder envuelve la falta de libertad y de cambio.

Tener una mente abierta y apta para el cambio, el saber separar familia del trabajo es la única solución para que un negocio de este tipo perdure, progrese y se convierta en una oportunidad en tiempos de crisis.

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