La comercialización existe, incluso en aquellas empresas, que nunca han oído la palabra “marketing”. Y cualquier persona que trabaja en el área de marketing, utiliza la comercialización, independientemente de si se trata de uno o más individuos. Al final, en el mercado de trabajo, la mayoría de nosotros hemos participado en la libre comercialización. En este sentido, existen dos aspectos claves a destacar:
La comercialización o marketing tiene que ser rentable
Algunos vendedores tenazmente inspiran al empleador que si no gasta dinero en marketing, “todo va a colapsar.” Como resultado, se gasta el dinero, sin obtener los resultados deseados. Para evitar un destino similar, deben recordar la simple verdad: “No gastamos dinero en marketing, invertimos en ella.”
Al igual que cualquier otra inversión, estos costes no sólo deben pagar y traer un beneficio sustancial. En un ideal, mucho más que cualquier otra área de su inversión. Por ello, es la creación del marketing.
La comercialización no es una disciplina independiente, pero si una herramienta para ayudarnos a adaptarnos de la mejor forma al mercado
El gran cambio está sujeto al mercado, y a partir de ahí mayor será el papel de la comercialización. Vemos el mundo que nos rodea, pero no vemos cómo cambia.
Miles de variables están sujetas a la economía mundial, y al destino de las pequeñas
empresas. Por esta razón, la comercialización estaba ganando impulso hasta que de repente se encontró con que no podía hacer frente a los problemas que se habían arrastrado por años.
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La disminución de los métodos, divididos en muchas direcciones antes de la comercialización hizo un bloque monolítico. Los publicistas, las relaciones públicas, los expertos en marcas y comportamiento de los consumidores vieron con una mirada de profundo disgusto como se desarrolló este tema. Y optaron por distanciarse de su participación en la comercialización.
Los vendedores han recogido de repente la “enfermedad estrella”, el disgusto. Y ahora se quejan de que todos los problemas, empezando por el hecho de que se les da muy poco poder. Los CEOs esperan cada vez más de los vendedores, pero les quedan menos. Tal vez debido a que el marketing simplemente se alejó de los problemas para el cual fue creado.
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