Cobras ¿por lo que haces o por lo que sabes?

Cobras ¿por lo que haces o por lo que sabes?
Cobras ¿por lo que haces o por lo que sabes?

Cobras ¿por lo que haces o por lo que sabes? En la actualidad esta es una pregunta frecuente. Existen profesiones muy precisas que requieren de conocimientos y habilidades, por lo cual necesitamos que las “hagan por nosotros”. Por ello existen millones de personas en todo el mundo que viven de lo que sus conocimientos pueden proporcionar a sus clientes.

La globalización, la abundancia de información, la internacionalización de los mercados, lograron que ciertas tareas quedaran olvidadas, un poco desvalorizadas y se transforman en commodities; es un término en inglés que se da a las mercancías de consumos, especialmente granos, pues uno no se diferencia de otro, excepto en el precio. En su versión más general se trata de productos o servicios, genéricos, básicos y sin mayor diferenciación.

Sin embargo, puedes reinventar tu profesión y transformarte en un profesional del conocimiento. Ciertamente, no es una tarea simple, no lo harás en un abrir y cerrar de ojos. Pero probablemente te darás cuenta de que vale la pena.

Puedes iniciar el camino redescubriendo lo valioso que es tu conocimiento, lo que sabes, tu experiencia, lo que puedes ayudar a otros a conseguir.

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Existen algunas desventajas cuando cobras por lo que haces, en lugar de cobrar por lo que sabes
Existen algunas desventajas cuando cobras por lo que haces, en lugar de cobrar por lo que sabes

Desventajas cuando cobras por lo que haces, en lugar de cobrar por lo que sabes

Más dependencia de tus horas de trabajo: Existe una trampa muy desagradable con la que muchos profesionales que cobran por lo que hacen, se encuentran continuamente: “¿Cómo me cobras X dinero si sólo has trabajado 5 minutos?” Y es que esto ocurre repetidamente ya que tus clientes relacionan el valor de tus servicios o tus honorarios, al tiempo que le dedicas a resolver tal inconveniente.

Ese es el principal inconveniente de cobrar por lo que haces. Todo lo demás queda en las sombras y tu cliente no lo reconoce.

No existe un valor transformacional y por ende es difícil mostrar un valor agregado: Si tú haces el trabajo por ellos, es posible que tus clientes no se conviertan en el proceso. Si no existe un poder transformacional (si no han asimilado nada, si no han cambiado y corregido, si no consiguieron más que antes) entonces corres el peligro de ser “uno más” de sus posibles proveedores.

Precios más competitivos: No hay nada de malo en tener precios más competitivos, a menos que pretendas ser un profesional de alto nivel.  Si ambicionas ser un profesional de excelencia y alto nivel, tus precios deben ser altos. No es subir tus precios porque sí, es tener altos precios porque el servicio que brindas es de alto nivel.