Uno de los elementos más distintivos del inicio de la civilización es la justicia. Sabemos que, desde siempre el humano ha sido el “lobo para el hombre”, de alguna manera ha dañado a quienes lo rodean. Por ello, en algún momento de la historia, nos vimos en la necesidad de implementar el Derecho, como mecanismo para regular la actividad y la conducta de los ciudadanos.
Tras producirse cualquier hecho que rompiera con las leyes y normas establecidas, se empezó a implementar penas y multas para castigar a los faltantes. Estos en durante un tiempo, recibían el castigo que les confiriese la máxima autoridad, sin derecho a objetar ni mucho menos a defenderse.
Esto como es de imaginar, ocasionaba ciertos problemas sociales, ya que muchos ciudadanos eran castigados muy severamente, sin importar si la falta fuera mayor o de menor grado. Para solventar ello y añadir peldaños más estables a la justicia, surgieron nuevas figuras “profesionales” para representar al acusado.
Seguramente nos viene a la mente la palabra abogado, sin embargo no es así. Antes de la abogacía, los procuradores ya estaban allí. La historia de estos profesionales se remonta a la antigua Roma. Sin embargo, la función de estos era sólo para representar al ciudadano acusado (por lo general de una familia acaudalada) , en caso de que por algún motivo, este no pudiera asistir a la disputa.
Hoy en día, la función de los procuradores en Madrid o en cualquier parte del mundo, dista mucho al antecesor romano. En la actualidad se trata de una profesión muy importante, ya que son ellos quienes representan a los ciudadanos ante los tribunales y juzgados.
En este artículo, conoceremos la importancia de los procuradores, y aprenderemos un poco más sobre esta profesión tan antigua, pero poco conocida.
¿Qué son los procuradores?
Como brevemente mencionamos, los procuradores en la actualidad tienen la responsabilidad de representar legamente a sus clientes ante tribunales y juzgados. Estos profesionales, deben ostentar el título de Licenciado en Derecho, pero con una especialización en el procedimiento judicial, conocido también como Derecho Procesal.
El objetivo fundamental de estos profesionales es colaborar directamente con el sistema público, sirviendo de intermediario entre este y su cliente. De hecho, podríamos decir que es una especia de puente formal entre los tribunales y las personas que representen, involucradas en alguna querella judicial. Esto permite que cualquier trámite comunicacional sea mucho más eficiente, certero y totalmente justo.
Entre los principales trámites que realizan, podemos destacar:
- Requerimientos del tribunal
- Formalización de citaciones
- Notificaciones sobre avances del caso
- Emplazamientos.
Es de mencionar que, de acuerdo a lo que estipula la Ley de Enjuiciamiento Civil y Penal es imprescindible contar con un procurador desde el momento uno del acto judicial. Los procuradores deben examinar y hacer seguimiento a todos los documentos escritos que se presenten en el juzgado, para posteriormente notificar a los abogados.
Asimismo, deben velar que no exista ningún tipo de error o deficiencia en dichos escritos, en caso de que así fuere, deberá notificar inmediatamente a los abogados y a la oficina judicial encargada de llevar el caso, para que a quién le corresponda, puedan subsanarlo a la brevedad posible. Es así que, resulta fundamental que estos profesionales se mantengan siempre al día sobre el Derecho Procesal vigente.
Importancia de los procuradores en la sociedad
Cuando se habla de justicia y de derecho, lo primero que se nos viene a la mente es la figura del abogado, por ser el ente defensor y que brinda asesoría directa de su cliente. Sin embargo, la tarea de los procuradores es casi tan necesaria que de los anteriores, ya que ellos se aseguran de que no exista injusticia alguna al momento del procedimiento judicial.
Esto hace que, el procurador se convierta en una pieza fundamental para el funcionamiento general de la justicia en nuestro país. Puede ejercer sus labores en el ámbito semi-público, trabajando directamente con la Administración de Justicia, para servir de representante y comunicador directo de los tribunales. Y también, puede trabajar directamente con un cliente, de manera privada, velando por el buen desarrollo del proceso judicial.
No cabe duda que la importancia de los procuradores en los últimos años ha ido aumentando notablemente, ya que cada vez más se necesita la representación entre las partes de los Órganos Jurisdiccionales y el cliente. Formando un puente eficiente, justo y totalmente transparente.
