Deshacerte de creencias que impiden tu éxito

Deshacerte de creencias que impiden tu éxito
Deshacerte de creencias que impiden tu éxito

Puedes deshacerte de creencias que impiden tu éxito. ¿Sabías que todos tenemos dos tipos de creencias? Las potenciadoras que nos permiten llegar al éxito y las limitantes que no nos admiten crecer y nos llevan al fracaso. ¿quieres saber cómo deshacerte de las últimas? ¡Sigue leyendo!

Empezaremos haciéndonos la pregunta: ¿qué son las creencias? Estas son una serie de principios, ideas, reglas o pensamientos con un fuerte arraigo que, por lo general vienen de nuestra infancia y fueron fijadas en nuestro subconsciente por una figura de autoridad o por experiencias propias.

De tal manera y como decíamos al inicio, existen dos tipos, las potenciadoras que nos empoderan y nos brindan recursos para ir más allá de nuestros límites. Y las limitantes aquellas que nos ponen obstáculos, nos frenan constantemente para dejarnos dentro de nuestra zona de confort; y nos llevan a no ser capaces de alcanzar nuestros objetivos.

Ambas influyen en nuestra forma de actuar y de pensar, sin embargo y de acuerdo con Joseph O’Connor y Andrea Lages, en su libro Coaching con PNL, las creencias son principios de acción. ¿Cómo deshacerte de las limitantes?

Es decir, si quieres saber qué es lo que cree una persona, observa en lo que hace no en lo que cree. Así que, cada uno de nosotros construimos nuestras propias creencias en base a nuestras experiencias; pero luego actuamos como si fueran verdades absolutas, en otras palabras, somos lo que hacemos.

Por otro lado, si observas a una persona exitosa, probablemente verás que cuenta con un set de creencias potenciadoras alrededor de él o ella. Sus experiencias lo han llevado a pensar que no hay nada ni nadie que se pueda interponer entre él y su objetivo, consciente o inconscientemente.

Pero, por otro parte, también existen las personas con creencias limitantes. Aquellas que se levantan todos los días diciéndose a sí mismos, “El éxito es difícil”, “Los otros son mejores que yo”, “Se precisa suerte para triunfar”, “Los ingresos fijos son más seguros”, etc.

Por lo tanto, este tipo de creencias son las culpables de que no logremos nuestros objetivos y generalmente debajo de ellas se esconde el miedo; mismo que nos impide desarrollarnos y no nos deja ver las posibilidades de crecimiento que nos brinda la realidad.

Entonces ¿qué hacer para deshacerte de las creencias limitantes?

Identificación: Si pretendemos cambiar algo, hemos de tener claro qué es. En este punto no vale decir cosas genéricas como “tengo baja autoestima”. Así que, de lo que se trata es de identificar, con la mayor exactitud posible, la creencia.

De tal modo, que si, por ejemplo, pensamos algo respecto a nuestras capacidades personales en un tema concreto, nuestro nivel resolutorio ante una situación; y sentimos emociones tales como tristeza, angustia, impotencia, entonces podemos dar por claro que estamos tocando una creencia limitante.

Por tanto, obsérvate y toma buena nota de aquellos pensamientos que te hagan tener sentimientos de los llamados “baja vibración”. O lo que es lo mismo: que te hagan sentir mal.

Encontrando el origen: Una vez que tenemos un pensamiento limitante, captado en el paso anterior, ahora nos toca buscar su origen. ¿De dónde viene? ¿Cómo llegó a nosotros? ¿Fue debido a una experiencia que tuvimos? ¿O tal vez es algo que nos dijo alguien?

Los beneficios: Una vez identificada la creencia limitante, hay que observar qué beneficios tiene. Por lo que, si tienes la creencia de no enfrentarte a los personajes de poder (un jefe) porque vas a salir perjudicado de alguna forma; encontrarás en el exterior, las situaciones perfectas para no vivir una situación así. Para estar a salvo.

Recordando: En este paso lo que se va a hacer es buscar en nuestra memoria recuerdos de situaciones donde la creencia empoderante (aquella contraria a la limitante que estamos trabajando) fue una realidad en nuestra vida.

Así que, siguiendo el ejemplo anterior, tal vez puedas recordar una situación donde tuviste un enfrentamiento con un profesor o un responsable en tu trabajo. Un enfrentamiento educado y respetuoso, donde expusiste tu punto de vista, sin rebajarte debido a tu rol.

Practicando: En este último paso, de lo que se trata es de afianzar todo lo posible la creencia empoderante. Y esto se consigue de dos maneras:

Sugestión: Al igual que una creencia limitante se instaló en nuestro interior debido a que se repitió una y otra vez, lo mismo ocurre con una creencia empoderante. Es el mismo sistema para utilizar. Por lo tanto, el diálogo interno constructivo se convierte en un poderoso aliado. De tal manera, debes repetirte, una y otra vez, que eres capaz de conseguir lo que quieres, te ayudará a interiorizar esta idea.

Acción: No todo es diálogo interno y autosugestión. Hay que pasar a la acción. Lo cual implica que en situaciones donde se deba aplicar una creencia empoderante, hagamos nuestra parte física y nos comportemos en congruencia con aquella nueva creencia que estamos sembrando en nuestro interior.

En realidad, esta parte es de mucha dificultad, más aún cuando no estás del todo convencido. Pero cuando lo haces y superas la situación, te das cuenta de que tienes más poder de lo que imaginabas. Más recursos de los que pensabas. Más capacidades de las que creías. Es posible deshacerte de estas creencias limitantes.

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