Uno de los elementos más infravalorados en las instituciones educativas es el mobiliario escolar. Está allí desde hace muchos años, brindándole no solo soporte a millones de alumnos día tras día, sino también ofreciendo las mejores condiciones para que los estudiantes puedan desarrollar sus actividades cotidianas, para formar y capacitar profesionales de todos los sectores de la economía.
El mobiliario escolar ha estado ahí prácticamente desde el inicio de la educación formal en la educación, sin embargo, no existía un único tipo de mueble estandarizado, sino que cada cultura, incluso cada región tenía un “modelo”. En un principio eran sillas pequeñas con una tabla para los niños se apoyaran, por lo general diseñados y fabricados por los carpinteros del pueblo, los cuales no tenían más que su conocimiento empírico sobre la creación de mobiliarios.
Si bien es cierto, la fabricación de estos muebles debía ser en serie, debido a la falta de tecnología, se fabricaban de forma artesanal, sin ningún estándar de calidad o verificación. Posteriormente, empezaron a surgir una especie de bancos escolares, con un tablero inclinado, un compartimiento para guardar los libros y una especie de orificio para colocar el tintero. En cuanto al tamaño, eran estándares, sin posibilidad de adaptarse a cada estudiante.
De acuerdo a la literatura, Alemania fue uno de los primeros países en fabricar mobiliarios escolares con la capacidad de adaptarse a cada alumno. Pasada la II Guerra Mundial, una gran cantidad de avances tecnológicos permitieron mejorar los procesos productivos, incluso los del mobiliario, adaptando temas tan importantes como la ergonomía, la postura y por su puesto, la adaptabilidad a cada persona.
Uno de los primeros estudios que trajeron muchos frutos, en cuanto al diseño del mobiliario escolar, es el que permitió llegar a la conclusión que se debía tener el tronco ligeramente inclinado hacia adelante, así como tener las piernas en un ángulo de 125 grados, para de esa manera tener la musculatura más relajada y una postura más natural.
En cuanto al diseño de los niños, se llegó a la conclusión que debían tener una superficie de trabajo más alta, debido a que su alcance visual es mucho menor en comparación a la de un adulto. En nuestro país, el uso de pupitres de madera estuvo estandarizado hasta los años 70, donde luego se reemplazaron por sillas y mesas de trabajo individual, con un plano horizontal, similares a las que hoy tenemos.
Lo cierto del caso, es que estas piezas de mobiliario siempre han sido fundamentales para el desarrollo de la educación en el mundo. Por esa razón, en esta oportunidad queremos presentarte la gran importancia del mobiliario escolar para la educación mundial.
Importancia del mobiliario escolar para la educación escolar
Aunque no lo parezca, la importancia del mobiliario escolar es tal, que juega un papel fundamental dentro del aprendizaje de cada alumno. Un buen diseño, de excelente material, constituye un espacio ideal para que los estudiantes puedan sentarse cómodamente, permitiendo concentrarse completamente en sus actividades. Así mismo, la postura, la salud física y al bienestar global del alumno.
Sabemos que los jóvenes, principalmente los más pequeños suelen perder la concentración por casi cualquier cosa. Es así que, una mala postura la sentarse o algún problema de diseño con el mobiliario, seguramente terminarán por prestarle más atención a las imperfecciones o a la incomodidad que a las lesiones del profesor.
Otro detalle que podemos observar de los niños escolares, es que no tienen una forma única para sentarse, sino que están erguidos, inclinados, de lado, encorvados, con la cabeza hacia abajo, con los píes fuera o montado sobre otro y un sin fin de posturas más. La razón principal de ello, es que el mobiliario no es el adecuado, por lo que llegan a sentir incomodidad. Y como dijimos, esto repercute terriblemente en la concentración.
Es importante mencionar que estos muebles serán usados por muchos estudiantes durante su vida útil, por lo que es necesario que estén fabricado con materiales de alta calidad y resistencia. De lo contrario, anualmente se tendrían que renovar o realizar labores de mantenimiento, cosa que no es económicamente viable para ningún centro educativo.
Es necesario también saber qué estudiantes se sentarán en ellos. Recordemos que cada persona tiene necesidades y capacidades distintas, bien sea por el peso, altura o capacidad motora, el diseño del mobiliario escolar debe adecuarse a cada uno de los casos. Esto aplica también con la edad y el grupo de trabajo, obviamente el mueble que usan los niños no serán igual a los que usan los de secundaria o universidad.
Lo cierto del caso es que, la importancia del mobiliario escolar no solo está determinada por la comodidad que le pueda ofrecer al estudiante, que sin dudas es algo de mucho peso, sino también, permite crear entornos de aprendizaje más propicios. Estos al estar diseñados con uniformidad, ofrecen un ambiente más idóneo para la educación.
Por ello, todas los centros educativos, llámense escuelas, colegios, institutos o universidades, deben prestar especial atención a la elección del mobiliario que vayan a implementar en sus aulas.
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