Instagram, todos los días es noticia por alguna razón. Habitualmente por personajes famosos o aspirantes a ello, que han publicado alguna fotografía “escandalosa”; o han comunicado algo sobre su vida íntima en esta red social.
Luego están las personas anónimas que gustan de compartir fotografías de sí mismos o de paisajes, hay grandes fotógrafos y mucho aficionado. Algún influencer y negocios. ¿Pero son todos los que están o algunos incluso debería huir? Algunos clientes no entienden el porqué de la presencia de algunas empresas en un lugar tan visual y peculiar como Instagram.
Así que además de fijarnos en el público debemos pensar en nuestro producto o servicio. ¿Realmente un colegio necesita estar presente en Instagram? Es solo un ejemplo, pero lo mismo sucede con negocios pequeños que mezclan vida personal con su negocio en sus cuentas y al final, no te queda claro qué pretenden.
Instagram es un espacio perfecto para vender, siempre y cuando tus productos, tu estrategia y tu público coincidan allí.
Esa fiebre por querer estar presente en todas las redes sociales, a veces nos lleva a contemplar cuentas que no tienen sentido. En principio, una pastelería sería un ejemplo perfecto para vender y promocionarse a través de esta red, el problema vendría si cuando echamos un vistazo a sus fotografías nos apetece comer cualquier otra cosa.
Motivos para no abrir una cuenta en Instagram:
Si no vas a atender tus fotografías o vas a subir diez en un día: No lo hagas. Tus futuros seguidores ya están corriendo. Recuerda que no sólo te seguirán a ti sino a sus amigos o a otras empresas, les cansarás y te dirán adiós. Esta la crueldad de estos tiempos, “te dejo de seguir”.
¿Optimizará la reputación de mi marca? Es una pregunta significativa. Imaginemos la vida antes de las redes sociales, en ciertos lugares no pensaríamos en anunciarnos absolutamente porque no era preciso y la vida continuaba. ¿De veras necesitas estar en Instagram?
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