Las personas emprendedoras, pueden empezar a cualquier edad. Si creías que los emprendedores triunfantes eran puros jovencitos, estas equivocado.
Existe un numeroso grupo de personas mayores que están comenzando sus empresas y que perciben el emprendimiento como una alternativa de autoempleo.

El envejecimiento de la población ha generado un acrecentamiento de emprendedores “maduros”, que se ven obligados a formar un emprendimiento para autoempleo o para conservarse dinámicos. De este modo, mientras más temprano se obtenga la destreza emprendedora, será mucho mejor para el progreso de emprendimientos exitosos.

Personas emprendedoras.

Emprender cuando aún se es joven, posee la ventaja que el emprendedor tiene muy poco que arriesgar en procesos económicos. La energía le acompaña y la exaltación de ocuparse en algo propio lo emociona. Aunque esto no signifique que se hará millonario.

Otra de las grandes ventajas de emprender joven, incluso aunque se fracase, es que quien emprende le termina gustando ese sistema de la autogestión. Promover sus sueños, ser su propio jefe, encargarse de su agenda, aunque no se consiga la amplitud financiera.

Por otra parte, emprender cuando ya se es mayor, tiene la ventaja que se cuenta con práctica laboral, que es fundamental para guiar un negocio. Se tiene una mayor cobertura de relaciones sociales, se cuenta con algo de patrimonio. Y se regularizan mejor los esfuerzos en el trabajo del día a día.

La desventaja de emprender cuando se es mayor es que se acostumbran al sistema de ser empleado. Entonces cuando ya están fuera de las empresas, el conflicto con el nuevo estilo de vida independiente es muy frustrante.

El mejor momento para emprender es cuando se pierde el empleo y es obligatorio reinventarte. En este momento las personas se atreven a ser más creativas y es el instante perfecto.

Así que la mejor edad para emprender es cuando se encuentra una oportunidad de negocio. El emprender no precisa de una edad en particular. Sin embargo, es mucho mejor cuando se tiene experiencia en gestión de negocios.

Un emprendimiento cuando inicia es inconsistente y cometer traspiés por nuestra falta de experiencia pone en peligro el emprendimiento por nuestra incapacidad. Es mucho mejor que tratemos de minimizar esos errores y eso se logra cuando ya se ha equivocado en el negocio de otros.