Precisas la aprobación de los demás en tu trabajo

Precisas la aprobación de los demás
Precisas la aprobación de los demás

Cuando llegas nuevo a un trabajo pareciera que precisas la aprobación de los demás. Eso es debido a que las dudas surgen, principalmente en los primeros días o semanas. Comienzas a formularte preguntas internas como: ¿Me integraré favorablemente con el grupo? ¿Qué expectativas tendrá el jefe de sus empleados? ¿Estaré al nivel del puesto? Se resaltan dos opciones, o te lanzas y confías en quien te seleccionó. O tratas de agradar a todos y obtener su aprobación.

Tenemos la falsa creencia de que la aprobación de las demás personas es esencial. Intentamos agradar a todos en la oficina, y competimos por la opinión de los demás por arriba de la nuestra. Mal comienzo si somos nuevos en la oficina.

Entiende que no precisas de la aprobación de los demás

Si recordamos a Steve Jobs, debemos tener presente una de sus recomendaciones para alcanzar el éxito: “No permitas que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu voz interior”. Posiblemente esta no sea una expresión adecuada para las personas que buscan agradar a todos. Necesitando diariamente ese exceso de veredictos favorables ante lo que hace.

¿Cómo darte cuenta de que solo buscas la aprobación de los demás? Simple: tienes opiniones distintas a las de tus compañeros, pero te enmudeces. Tus ideas las almacenas. Si esto sucede una vez, no pasa nada. Pero cuando es hábito es alarmante e inclusive si modificas tu opinión por parecer amable o ser aceptado.

No tengas miedo para tomar tus decisiones: obviamente no nos referimos a las decisiones que correspondan a toda la empresa, ni mucho menos llegar enviando órdenes. Suena exagerado. Pero lo contrario también. No permitas que las emociones se apoderen de ti.

Si obtienes alguna crítica, utiliza argumentos que no muestren que estas a la defensiva. Hay que mantenerse seguro ante una persona que pretende hacernos modificar la opinión. Esto es tema de un trabajo intrínseco que no llevará a sentirse cansado finalizando la jornada por necesitar autoestima y asertividad.

La aprobación es algo que no se busca: Si no poseemos confianza en nosotros mismos, esto caminará de la mano para ser el empleado comodín. Aquel que no se lamenta de ningún modo. Dando la razón estando o no de acuerdo con esa propuesta del compañero.

Evita ser ese quien, por no confiar en sí mismo o por miedo a una crítica, escoge pasar desapercibido conllevando a no manejar los timones de su vida ni profesional ni personal.

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