Luego de más de una década en esfuerzos, la empresa que desea lanzarse a la piscina con más motivación que capital logra tener un trozo del mercado. La posición en el área a día de hoy se ve consolidada, no obstante, como contrapartida, el margen para crecer se ve más escaso.
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Por las dos razones, seguramente estás pensando en cómo extender toda tarea en un negocio nuevo y distinto. Sin embargo, sueles pensar en las interrogantes de ¿Cuál sería el instante ideal para lanzarse? ¿Hay que limitarse a cada nicho cercano? ¿Pudiese ser un nuevo negocio la causa perjudicial del original? En conclusión, ¿Debes hacerlo o no?
Los profesionales, como también los mismos involucrados han señalado que muchas de las razones que usualmente motivan esa diversificación no es un punto necesario para poder embarcarse a un nuevo proyecto. Realmente se tratan de unas ideas que no son recomendadas.
Cosas que no debes hacer para cambiar un negocio
- El aburrimiento. Es bastante usual, y seguramente te parezca raro. El negocio conocido como viejo está reinado y se busca la sensación de emoción que brindaría otro.
- Los bandazos.Es un punto negativo y nefasto. Se trata de una actividad nueva y distinta donde suele pedirte más horas de las que te gustaría tener. Debes evitar entonces, que el tiempo perjudique el negocio que tienes. Lo recomendado es cederle el control de ese proyecto o empresa que tienes a otro líder que tenga suficiente peso.
- Gastos crecientes. El querer estar dentro de las últimas modas y tendencias, si bien no tiene mucho que ver con tu empresa. Eso es la causa de que muchos proyectos fallen.
- Buscar el pelotazo rápido. Para esto, tienes que intentar no compararte con otros ni prometer buena calidad. Se trata de un sendero clave para un pinchazo fúnebre.
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