Las relaciones laborales con el jefe. Como bien sabemos el ambiente laboral decreta la comodidad o incomodidad de los trabajadores. Esta sensación, sin duda alguna, está directamente conexa con el jefe.
Los cuentos de los malos jefes son legendarios: “es un vago, no hace lo que le atañe“, “me deja todo el trabajo y él se lleva el crédito“, “poco le importa si me quedo hasta tarde con tal de quedar bien él“; y así la lista sería enorme, por páginas, podríamos conseguir cientos de errores que cometen los jefes de un equipo.
Un estudio realizado en el año 2013 reveló que tan solo 2% de los jefes suministran retroalimentación continua a sus empleados. La mayoría de los jefes se limitan a dar una valoración de desempeño al año; y frecuentemente unen la retroalimentación sobre el progreso laboral a discusiones acerca de aumentos y ascensos, lo cual es un error.
Los mejores jefes, al contrario, proveen retroalimentación incesante y personalizada. Esto quiere decir tener pláticas uno a uno al menos una vez a la semana; ofreciendo consejos claros, honestos y constructivos que siembren la iniciativa y la independencia.
Como se pueden mejorar las relaciones con el jefe y los empleados
En primer lugar, debes aceptar que (generalmente) un mal jefe no es una mala persona; solo están ocupando el papel errado. Así que por lo general es un escenario que puedes manejar, tratar y hasta sacarle beneficios.
El estrés dependerá siempre del cristal con que se mire. Lo que logra producirle estrés en el lugar de trabajo a un trabajador, tal vez ni siquiera inquiete a otro. La clave para tolerar el estrés es conocer las tensiones determinadas del ambiente de trabajo al cual usted es esencialmente sensible; y las señales de advertencia de su cuerpo y mente que exteriorizan una sobrecarga de estrés. Una vez que identificó su vulnerabilidad, puede crear estrategias continuas de manejo del estrés para sobrellevar las circunstancias.
Aunque hayas trabajado para el jefe más fabuloso del mundo, precisas ser visible, o te perderás algunas oportunidades. Debes hacerte notar por una sola persona apropiada y, quién sabe, podrás recibir el tan anhelado ascenso y salir del precepto de tu jefe actual antes de lo planeado. Y después, él será problema de alguien más.
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