Visión del emprendimiento según el científico Stephen Hawking II parte

Visión del emprendimiento y la actitud
Visión del emprendimiento y la actitud

Visión del emprendimiento. Como se mencionó Hawking fue un científico que los límites y las circunstancias no lo limitaron. Un hombre con una actitud de triunfo, de ímpetu y sobre todo mucha perseverancia. Esa que es tan necesaria para todas aquellas personas que desean emprender en la vida.

Entre sus frases y su visión del emprendimiento seguimos aprendiendo

“La raza humana necesita un desafío intelectual. Debe ser aburrido ser Dios y no tener nada que descubrir”. 

Seguramente ser Dios no debe ser para nada aburrido. Sin embargo, la realidad es que cuando nos sentimos desafiados, nuestros sentidos se agudizan y nos motivamos a actuar.

Esta es la característica primordial de un emprendedor. Obstáculos habrá muchos y también desafíos. Pero el éxito le corresponde a quien corre riesgos.

 “Las personas tranquilas y silenciosas son las que tienen las mentes más fuertes y ruidosas”. 

Hawking invitaba a apostar por esa fórmula que transmitía: antes de juzgar, analiza. Evita formularte hipótesis y supuestos en relación con las necesidades de mercado o del usuario, la decisión acertada y precisa es relacionarse, conocer y evaluarlo.

“Obviamente, debido a mi discapacidad, necesito ayuda. Pero yo siempre he tratado de superar las limitaciones de mi condición y llevar una vida lo más completa posible. He viajado por todo el mundo, desde la Antártida a la gravedad cero”.

Probablemente esta sea la enseñanza que más fortalece de Stephen Hawking. Su discapacidad no lo limito ni por un momento para superarse a sí mismo. En ocasiones, los emprendedores creen que algo puede ser resultar muy difícil.

“Las personas que se jactan de su cociente intelectual son unos perdedores”

El científico que publico las Leyes de los Agujeros Negros nos estimula a confiar menos en el conocimiento intelectual y apreciar más otras áreas de la condición humana, como son las emociones.

Los emprendedores corren el riesgo de mecanizarse. Y perciben el emprendimiento como un negocio en el que se vende algo y se gana algo. Sin valorar las emociones del público al que desean llegar.

Cuando se deja de lado las particularidades de nuestra marca y se olvida colocar el vínculo emocional preciso que es significativo crear, simplemente procedemos como perdedores. Lo que no emociona, no genera acciones de compra.