Millennials, hijos de la crisis. Todo o nada.

Los millennials y su visión del futuro
Los millennials y su visión del futuro

Los millennials son los hijos de la crisis. Y esto puede representar no poseer nada, pero al mismo tiempo poseer todo: los millenials pretenden una vida con independencia y experiencias emocionales.

Para los pre-millennials todo se fundaba en el trabajo. Existían por y para profesión y procuraban mucha importancia a su trabajo. Para ellos lo primordial era tener un trabajo estable y para toda la vida. Un trabajo serio y con un salario que valorara su esfuerzo. Actualmente, los jóvenes aparecen y destrozan este método perfecto.

Los millennials no se esfuerzan por los patrimonios materiales

Los jóvenes no buscan casas más grandes o coches más lujosos. Esto no quiere decir que no aspiren presumir de su éxito. En realidad, están listos a gastar su dinero sin menoscabo.

Su mentalidad está encauzada a vivir la vida. Sus experiencias transcendentales como viajar a lugares desconocidos son la nueva moneda de cambio. Para ellos “No es más rico el que más dinero posee, si no el que más lo goza”.

Para los millennials ahorrar no es una exigencia

En comparación con la filosofía de ser prudente y ahorrar de las generaciones anteriores, los millennials son derrochadores y viven al límite de su tarjeta de crédito. El tiempo no se perder, ellos ganan dinero para gastarlo.

La disminución de sueldos y el trabajo no pagado ha forzado a los jóvenes a buscar un suplente, y lo han hallado. Son el ego y la confianza. Pretenden sentirse apreciados y comparten son personas respetables, de manera que el trabajo en sí se transforme en una de sus experiencias vitales.

(También puedes leer: Avivar el hábito del ahorro en nuestros hijos)

No buscan la permanencia eterna en un solo trabajo: su prioridad es sentirse libre en el trabajo. Eso de trabajar todo el año para obtener dos semanas de vacaciones no es el sueño de un millennial.

La tecnología e Internet proporcionan el poder efectuar su trabajo desde cualquier parte y horario. Y definitivamente los jóvenes aprovechan al máximo esta opción. Trabajos flexibles, que combinan el trabajo y las vacaciones. Les inquieta más la flexibilidad del trabajo que el salario del mismo.

Las nuevas generaciones se han adaptado a una situación económica global un poco difícil. Actualmente en el mundo profesional reina la rutina, las becas no pagadas, el trabajar con tus propios medios y, principalmente, la inseguridad. Para ellos, trabajar es solo un intermediario para lograr la meta, vivir bien.

La impaciencia: Internet es el culpable de que disfruten todo de una vez. Han dejado de lado las esperas. Son yonkis de la rapidez que viven, pensando en qué vendrá después. Se han desarrollado en un mundo de complacencia instantánea, pero esta generación precisa aprender paciencia. Ellos no proyectan, sencillamente hacen lo que desean en ese instante.