4 de cada 10 empleados españoles tienen una baja laboral voluntaria

baja laboral voluntaria
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Se convierte en algo alarmante la baja laboral voluntaria en España y, más aún, cuando es un pensamiento compartido por una multitud de empleados.

Hoy no me apetece ir a trabajar. Esta es una de las afirmaciones más extendidas a lo largo de la trayectoria laboral de muchos trabajadores.

Según un informe de la consultora Hays, el 40% de los trabajadores españoles no está motivado en su puesto de trabajo. Se plantean cambiar de empleo.

Por tal motivo se dan una baja laboral voluntaria.

Aunque es difícil cuantificar con exactitud el absentismo en nuestro país se estima que, en 2018 se perdieron, cada mes, más de 100 millones de horas de trabajo, esto equivale a 753.000 asalariados que no trabajaron en todo el año.

De hecho, esta falta de motivación, unido a otros factores como el estrés en el trabajo son algunas de las razones que explican por qué los departamentos de Recursos Humanos tienen que lidiar con cada vez más bajas laboral voluntarias.

Vacaciones y baja laboral voluntaria

De hecho, se estima que uno de los principales momentos donde más hay que animar a los empleados es, justamente, a la vuelta de las vacaciones. Seis de cada diez trabajadores han sufrido o sufrirán episodios de estrés o burnout al incorporarse a sus puestos de trabajo tras las vacaciones.

Trabajos más estresantes y que producen baja laboral voluntaria

Eso sí, hay trabajos más estresantes que otros. El último informe anual Jobs Rated de CareerCast señala al personal militar, a los bomberos y a los pilotos de aerolínea como los trabajadores que más estrés sufren. Y en el top 10 también se encuentran los taxistas, los reporteros y los coordinadores de eventos.

Por todo ello, la búsqueda de elementos que fomenten la motivación de los empleados continúa siendo un elemento clave en todas las empresas. Sin él, estamos condenados a tener que lidiar con situaciones de mayor estrés laboral.

Baja laboral voluntaria

Conscientes de esta inestabilidad en las plantillas y la dificultad de las empresas para retener talento, IMF Business School ha analizado tres aspectos clave a tener en cuenta por los departamentos de RRHH:


Los primeros meses son clave

Simon Kinek, autor de varios libros sobre la relación entre trabajadores y empresas, afirma que un empleado debe esperar más de seis meses en un puesto antes de dimitir.

No se trata de una cifra al azar, ya que medio año es el tiempo que suele necesitar un trabajador para acostumbrarse a su nuevo oficio. Por ello, es fundamental que las empresas faciliten su integración en todo lo posible para evitar futuras fugas.


El burnout es el principal enemigo

Seis de cada 10 trabajadores españoles sufrirán estrés laboral o “burnout” al reincorporarse a sus puestos después de estas vacaciones, tal y como calcula Bizneo HR.

Además, sentirse totalmente quemado en la oficina es un factor de riesgo para que los empleados tomen decisiones precipitadas como la dimisión. Esto según destaca un estudio publicado en la revista Psychological Bulletin.

Establecer jornadas intensivas en ciertos días de la semana u ofrecer la posibilidad de teletrabajar puede ayudar a aumentar la motivación de los empleados.

baja laboral voluntaria
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La baja voluntaria y otras opciones del trabajador

La baja voluntaria es la extinción de la relación laboral por decisión unilateral del trabajador.

Nadie puede ser obligado a permanecer en su puesto de trabajo, por lo que, el trabajador tiene la potestad de, en cualquier momento, extinguir la relación laboral.

La baja voluntaria tiene como consecuencias principales la pérdida del derecho a indemnización, así como el no poder solicitar la prestación por desempleo.

Por ello, ante de tomar una decisión de este tipo, es conveniente  saber si podemos solicitar la extinción con derecho a indemnización y/o paro.


Por último, si nos encontramos en ninguna de esa situación, podemos valorar la opción de solicitar una excedencia voluntaria, que aunque no tendremos derecho a indemnización ni a prestación, no rompemos la relación laboral sino que simplemente la suspendemos.


Consecuencias para el trabajador


Es obligatorio preavisar con lo que diga el convenio o la costumbre de lugar.

En ausencia de esta obligación, el empresario podrá descontar del finiquito los días de ausencia de preaviso según lo que indique el convenio colectivo. Incluso puede recoger que se descuente dos días por cada día de ausencia de preaviso.

En caso de que el finiquito no sea suficiente, la empresa podrá reclamarlo judicialmente.

No obstante, es raro que la empresa acuda a los tribunales para solicitar dichas cantidades al trabajador, aunque sí que es habitual que se descuente del finiquito.

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¿Se puede cancelar la baja voluntaria?

El trabajador puede retractarse de su decisión mientras se encuentre en el periodo de preaviso. Es decir, siempre que no se haya producido la extinción de la relación laboral.

La empresa sólo puede negar la anulación de la baja voluntaria cuando haya contratado a otro trabajador para sustituir al que hubiera notificado la baja voluntaria.

Exceptuando dicho caso, la empresa deberá aceptar que el trabajador continúe en su puesto de trabajo, y en caso contrario, el trabajador deberá demandar por despido improcedente.


Con información de www.pymesyautonomos.com